Pablo CABEZA
BILBO
Entrevista
IGOR URIBE
VOZ DE BILBOMATIKS

«Los escenarios son bastante machunos. Son el reflejo de esta sociedad»

Bilbomatiks deja para la historia un espléndido debut orientado hacia el ska y el rocksteady, géneros jamaicanos que el grupo trata con mimo, calor, conocimiento y sobrios arreglos. Desde el lado instrumental a la melodía vocal y coros, incluso diseño, Bilbomatiks se muestra impecable.

La escena jamaicana en Euskal Herria ha ganado pulso en los últimos años con el nacimiento de nuevas formaciones y la resistencia de veteranas como Akatz. Bilbomatiks es un joven proyecto bilbaino que debutaba hace unos meses con un espléndido cedé repleto de color y apuesta por los sonidos originales del ska, skinhead reggae y el rocksteady, lo que también conlleva las correspondientes pinceladas, más o menos abiertas, de soul y ritmo y blues.

Aportan músculo vocal y buenas combinaciones corales y, además, el ejercicio de un puñado de instrumentistas bien formados. “Bilbomatiks” es su media hora de historia grabada, un documento que deja constancia de uno de los debuts más entusiastas y afortunados de nuestra historia jamaicana.

Escribieron esta emotiva historia Igor Uribe, voz principal y profesor de música. María Traspaderne, voz y coros, de Leioa. Cuenta con grado medio en piano. Nerea Uribe, hermana de Igor, voz, coros, teclado y órgano. Es asimismo profesora de música y posee también el grado medio de piano. Borja Goñi, coros y guitarra, toca en Fabe de Fuka desde hace años. Es profesor de euskara. Ando Fernández, bajo., toca también en 28 Escupitajos y es selector en The Ugly Ones. Maka Llamosas es el batería. Beñat Gabiña, el trombón, Erika Liquete, saxo y flauta, es parte también de Busker Juice. Aritz Luja es la trompeta.

«Todo parte de una cuadrilla de colegas hace seis o siete años a los que nos encanta el ska, el reggae y el rollo jamaicano en general. Por un lado, desde hace muchos tiempo somos de los fijos que van siempre a los bolos de los grupos del estilo Akatz, Potato..., y de los grupos que vienen de EEUU: The Slackers, The Aggrolites, The Toasters…. De Europa The Specials, Bad Manners… o la propia Jamaica: Toots and The Maytals... Y, además, varios de los integrantes de la banda tuvieron un programa en la radio libre Irola Irratia,de nombre “Bilbo Goes Ska”, que duró varios años y que ha servido de escuela, por una parte, y de difusión de la música jamaicana, por otra. Esos han sido los ingredientes principales para cocinar Bilbomatiks, y su propia receta de ska y rocksteady».

¿Cómo se evitó no caer en los sonidos más asequibles o envenenados del género en un momento de fusiones?

Con dieciocho/veinte años escuchábamos más 2-Tone, una mezcla de la música jamaicana con pop, rock o punk, que con esa edad, por lo general, te entra fácil por el oído. Luego, según vas descubriendo más música y escuchas otras bandas, el cuerpo te pide algo más original, algo enraizado con Jamaica, y asimismo añejo, tipo rocksteady, early reggae o skinhead reggae de los años 60 y 70. O sea, menos pogo, pero más flow y más de mover la cintura, que por aquí cuesta dios y ayuda, ¡joder! En Euskal Herria estamos más acostumbrados, con todo el respeto oiga, a Abadiñoko Karmentxu (el chico y la chica bailando juntos, pero separados por dos metros de seguridad… ja,ja). Nos atrae y mueve la música más caliente, más bailonga, más caribeña, más negra. Desde hace años tenemos claro qué es lo que más nos gusta y nos llena. Es en lo que nos fijamos y a lo que aspiramos. No solo es que suene más jamaicano porque sí. Es algo más. Es la riqueza en las armonías de voces y viento, la manera de cantar, las líneas de bajo y los ritmos de la batería. En Euskal Herria está muy enraizado en las verbenas, txosnas, fiestas… un tipo de rock, que suele estar acompañado de vientos, que por el solo hecho de estar acompañado del típico ritmo de guitarra sincopado, se le llama ska.

Y Jamaica no es eso...

Para nosotros, aunque lo respetamos y nos pueda gustar, eso no es ska. El ska es música negra. La música ska original está inspirada en lo que los jamaicanos oían por aquel entonces, años 50-60 y 70. Y lo que escuchaban era música negra variada, como puede ser soul, rhythm & blues, góspel, calipso… Y con eso no queremos parecer más papistas que el Papa, pero revindicamos esa originalidad, que le da al ska ese toque único y underground. De otra parte, otra característica que nos llama mucho de la música jamaicana tipo ska o rocksteady, es la época en la que nacieron. Cuando al principio de los 60 los jamaicanos se independizaron de los ingleses, fue una explosión cultural, social y política. Es increíble que una nación tan pequeña tuviera esa cantidad de producción musical.. Teniendo en cuenta su población, con mucho, es el lugar y el momento más productivo del planeta a nivel musical. Es una historia increíble.

¿De Euskal Herria tienen alguna referencia al margen de Akatz? ¿Alguno conoció a los donostiarras Ttak!, también en tono digamos «purista»?

¡Por supuesto! Es otra de nuestras referencia de por aquí. Además las letras son buenas, pegadas a la realidad de Euskal Herria, y con las que nos sentimos relacionados. Hace pocos meses tocamos con Q are´t ones, que tiene varios miembros de Ttak!, y que tocan todas las míticas, tipo “Kattalin” o “Deabruaren oihua”. ¡Un placer tocar con ellos! No hay que olvidarse de MG Banda (Igorre). Llevan años dándole al reggae! Otra banda no de Euskal Herria, pero sí cercana son Smooth Beans, de Cantabria. De todas maneras, tampoco creo que seamos muy puristas. Somos muy “blancos” en lo musical, pillar el rollo de la música negra cuesta. Nuestra formación es autodidacta, y en el contexto musical de Euskal Herria, es muy difícil encontrar bandas que tiren por ahí. En ese sentido, por lo menos, tenemos dos joyitas, aquí cerca en Bilbao, que se llaman Akatz y Priscilla, que son un referente en ese sentido. Luego, aparte de grupos a nivel de escena, hay gente que se lo curra en la difusión como son Naken (Info7 Irratia, con “Reggae fever”), Pablo de Lemoa (con el fanzine “Run together”), la gente de Sustraians en Iruñea…

«Ostirala», en parte, recuerda el espíritu de «Miguelín el casero» de los primeros Potato. O quizá sean las mismas fuentes originales.

Es un comentario que me imagino que le hará mucha ilusión a Borja, nuestro guitarra, que fue muy fan de Potato. Puede que tenga un aire, sí. Aunque la idea era tirar más hacia los ska potentes de los 60, tipo Justin Hinds & The Dominoes, la época primera de Desmond Dekker, The Maytals (antes de ser Toots & The Maytals.). Eran todo canciones cercanas al rhythm & blues en los que predominaban las preguntas y respuestas de voz principal y coros. La verdad es que fue un poco bilbainada hacer un tema con tantos coros y tal, pero la verdad es que es de los temas que más le ha gustado a la gente.

Cortejan los cortes instrumentales, piezas que parecen surgidas de los arcanos Skatalites, como el himno «Sukarra», que da la impresión de que ha tenido que emanar de los vientos.

En el caso del tema “Sukarra”, sí parte de los vientos. A partir de tener una melodía de estos, se sacó la base. No obstante, suele ser al revés en nuestros temas: primero se saca la base, una base que “cabalgue”, que tenga ritmo, o sea, que ella sola, ya pueda funcionar. Luego suelen incorporarse los vientos o las voces, o encajamos una letra. Normalmente, las ideas las suele traer Borja, el guitarra.

¿Utilizar el combinado de voz masculina y femenina ha sido casual?

Son tres chicas las que suben al escenario con un rol importante, eso es algo que por desgracia no es habitual. Los escenarios son bastante machunos en general. No dejan de ser un reflejo de esta sociedad, basada en un modelo patriarcal en el que el espacio público lo ocupa el hombre, y la mujer suele estar en un segundo plano. Es algo que hay que cambiar.

¿Fue complejo dar con el sonido en el estudio?

Era lo más difícil y para lograrlo ha sido fundamental Xabi Urrutikoetxea (ex-Akatz, ahora en Priscilla), que ha tenido una paciencia infinita, y un gusto del copón. Sin él, no lo habríamos conseguido. Hay que tener en cuenta que somos una banda numerosa y con distintas personalidades.

El diseño es sencillo pero muy logrado. Refleja el estilo de esos viejos singles tan sugerentes que se editaban en Jamaica en los sesenta...

Eso es exactamente lo que buscábamos. La idea ha sido del grupo, pero necesitábamos a un crack, y alguien con gusto para plasmarlo, y ese ha sido Aitor Suárez, de Zart Ideiak. Cogimos algunos referentes de singles de la época, y en fin, como musicalmente también somos un poco “imitadores”, pues en el diseño también.