Así lo ha manifestado Barkos durante su comparecencia en comisión parlamentaria, en la que ha explicado la situación del desarrollo del Tren de Altas Prestaciones.
«Navarra ha adelantado hasta 2015 en torno a 80 millones euros y ha cobrado 35, faltan 45 millones por cobrar de Adif», ha advertido Barkos, que ha añadido que el Gobierno español «alude a informes jurídicos para argumentar el retraso en el pago», que no pueden ser «compartidos» desde el Gobierno navarro.
La presidenta ha manifestado que el 30 junio se produjo una resolución emitida por el director general de Obras Públicas, instando a Adif a abonar los millones pendientes, y ha lamentado que «la situación de interinidad del Gobierno central no solo no ayuda, sino que entorpece la situación».
Barkos ha recordado que el panorama encontrado al llegar al Gobierno fue de una obra «paralizada por parte de quien es competente respecto a la obra y deudas con Hacienda foral por resolver».
Además, ha reiterado que fue en el año 2013 cuando el Ejecutivo de UPN anunció que el Gobierno del PP había decidido «paralizar el proyecto», fecha desde la cual «ni el Gobierno central da paso alguno ni el foral licita ni un solo euro más», aun quedando «por delante la mitad de la legislatura».
Ha añadido que las infraestructuras ferroviarias «son competencia del Estado», por lo que, en esos planes, «difícilmente puede el Gobierno anunciar nada». La presidenta también ha trasladado que el posicionamiento del Ejecutivo respecto al proyecto se encuentra definido en el Acuerdo Programático y ha negado cualquier «indefinición».
De esta forma, ha dicho 'sí' a la presencia de Nafarroa en el corredor Cantábrico-Mediterráneo «dirigido no solo a personas, sino también a mercancías», con «ancho de vía europeo» y «que esté inmerso en los estándares europeos».
La socialista María Chivite ha mostrado su preocupación por la «la indefinición del Gobierno», ya que las diferentes opiniones existentes en el cuatripartito pueden suponer «un freno para la toma de decisiones». Además, ha considerado que sería una «irresponsabilidad política» perder la oportunidad.
El regionalista Javier Esparza ha lamentado que «el cuatripartito 'del no' es el principal riesgo que tiene el TAV» y que los socios del mismo «han estado en contra» mientras la presidenta se ha «puesto de perfil». «Si tiene la valentía de separarse de sus socios en este tema, que es clave, puede contar con nosotros», ha indicado.
El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha considerado que «no se deben construir tramos que vayan de ningún sitio a ninguna parte», mientras que el parlamentario de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha apostado por «otro modelo de tren». «Sí al tren, pero desde luego no un tren basado en el despilfarro por el despilfarro y el planteamiento que ustedes hicieron», ha señalado en relación a UPN, tras lamentar que el «Estado español está robando 45 millones de euros» a los navarros.
La popular Ana Beltrán ha lamentado que en el seno del cuatripartito existe una «disparidad de criterio tremenda». «Corremos el riesgo de quedarnos aislados del resto de España y Europa si no empiezan a tomar decisiones ya», ha reivindicado Beltrán, que ha advertido que «no saben qué modelo quieren, o no se atreven a comunicarlo».
El parlamentario de IE José Miguel Nuin ha apostado por un «nuevo convenio completo» y la mejora de las infraestructuras ferroviarias, pero ha lamentado que «al otro lado de la mesa no hay nadie en estos momentos».