Cinco años después de que se produjeron los hechos denunciados, quien fuera alcalde de Errigoiti entre 1999 y 2015, Iñaki Madariaga, se sentará en el banquillo como presunto autor de cuatro delitos electorales al haber empadronado ilegalmente a 22 personas para ser reelegido en 2011.
Tras unas dilatadas diligencias previas en el Juzgado de Gernika, la instrucción concluye que el jeltzale pudo cometer un delito electoral, en posible concurso con otros de falsedad electoral, solicitud de voto mediante ofrecimiento o promesa, o propaganda electoral ilegal, por los que podría enfrentarse a penas que suman nueve años de cárcel.
De las actuaciones practicadas se desprende que el cargo público del PNV, al objeto de aumentar los electores censados en Errigoiti que votasen a su partido, empadronó «sin que residieran allí», a 22 personas, algunas de ellas en su propio domicilio. Tras la investigación, efectuada después de la denuncia de Bildu, se certificó el empadronamiento de dos personas en una casa que no existía.
La inscripción de personas en el censo a cambio de favores, según alertó Bildu, fue determinante para que la candidatura jeltzale se impusiese por 196 sufragios frente a los 132 de los independentistas.