La abogada defensora de Ángel B. F. y Jesús E.D. ha anunciado la renuncia al caso el mismo día en que el juez que investiga la violación grupal el pasado 6 de julio en Iruñea ha imputado a cuatro de los cinco procesados por un abuso sexual el pasado mayo de otra chica de 21 años en una localidad de Córdoba.
Los investigados, residentes en Andalucía, grabaron los hechos de la ciudad andaluza en un móvil y compartieron un vídeo en un chat, según señala el auto, que puede ser recurrido, en el que el magistrado sostiene además que «existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima».
La letrada Sala señala que las discrepancias con los otros abogados de la defensa «son irreconciliables».
«No estoy conforme –señala en un comunicado– con las continuas manifestaciones de los otros abogados en los medios de comunicación, que a mi entender fomentan un juicio paralelo. Discrepo también con el contenido de las manifestaciones que realizan por entender que no benefician a los clientes y con las actuaciones que tienen pensado realizar».
Sala recuerda que asumió la defensa mientras por estar de guardia en turno de oficio cuando ocurrieron los hechos de Iruñea y que, desde entonces, su posición ante un asunto de violencia de género ha sido «hacer una defensa técnica y jurídica y respetuosa con todas las partes, y por supuesto ausente de posicionamientos machistas».
«Creo –concluye la nota de la abogada– que la labor de un abogado se hace en el juzgado y como no es conveniente para los clientes llevar dos líneas de defensa distintas, lo mejor es que prosigan el resto de los letrados presentes en el procedimiento o los que decidan contratar».