Varios de los electos comprometidos desde Aiete se han pronunciado estos días al hilo del quinto aniversario del histórico encuentro. Todos ellos coinciden en la respuesta positiva que tuvo ETA al declarar el cese definitivo del accionar armado y también en el aspecto negativo de que los estados, tanto el suyo como el español, no han estado a la altura para avanzar en el camino de la resolución definitiva del conflicto, por lo que insisten en interpelarlos para que se den pasos en esa dirección.
Así, la senadora socialista Frédérique Espagnac saluda que se ha dado una «oficialización» del proceso a través, entre otros, «de las intervenciones de diferentes parlamentarios en la Asamblea Nacional y en el Senado respecto al tema de los presos». «Aunque los estados no lo reconozcan, nosotros, sociedad civil y electos, lo apoyamos y hemos conseguido establecerlo», destaca.
Su compañera de partido y diputada Sylviane Alaux considera «deplorable que París y Madrid se obstinen y no comprendan que se trata de un verdadero reto (...) y no escuchen la demanda de la sociedad. Sin embargo, llegará un momento en el que todo el mundo deberá sentarse y hablar de todo esto», augura.
El alcalde centrista de Baiona, Jean-René Etchegaray, remarca por su parte que «el proceso de paz es un proceso de actores, un proceso de acción», después de lamentar la nula voluntad de Madrid y París de entrar en el mismo.
Lo mismo remarca Anita Lopepe desde las filas de EH Bai, añadiendo que «el camino hacia la paz no debe detenerse ahí, sobre todo porque la estrategia de la izquierda abertzale no se mueve solamente en función de lo que hagan los estados», según recuerda