Dos resoluciones sobre la mesa del Comité Federal del PSOE. La primera, de la eurodiputada Elena Valenciano, pide un «no radical» en la primera votación y abstenerse en la segunda, permitiendo que Mariano Rajoy siga en La Moncloa. La segunda, de Txarli Prieto (PSE), aboga por mantener el «no» que el cónclave de Ferraz ya aprobó el 28 de diciembre de 2015. Un total de 55 personas han solicitado turno de palabra para el debate previo a las votaciones.
La primera en abrir fuego ha sido Elena Valenciano, que ha presentado una resolución en la que aboga por un «rechazo frontal a las políticas del PP» en la primera votación y abstenerse en la segunda. Su principal argumento es evitar las terceras elecciones, que considera «perjudiciales» tanto para el Estado como para el propio PSOE. «La repetición de las elecciones es gravemente dañina para la salud de la democracia, perjudicial para el interés de España y puede tener efectos muy negativos en el PSOE», afirma.
«Queremos ejercer nuestr responsabilidad y hacerlo de forma activa», argumenta, para defender la abstención.
Posteriormente, el texto de Valenciano enumera los objetivos que el PSOE abordará en los primeros meses de legislatura. Entre ellos, derogar la reforma laboral del PP, instar al gobierno a convocar al Pacto de Toeledo, abrir un proceso de diálogo «para afrontar los serios desafíos presentes en la vertebración territorial de Espñaa, en particular con el objeto de recuperar la normalidad institucional en Catalunya», asumir un «compromiso colectivo» contra la corrupción, un pacto contra la violencia machista e impulsar la derogación de la Ley Mordaza.
«El PSOE realizará desde el primer día una oposición tan firme como constructiva», asegura el documento, que menciona la «misión histórica» de Ferraz de «defender la democracia, el progreso y la justicia social».
La resolución alternativa, propuesta por Txarli Prieto, considera que «nada ha cambiado» desde que el Comité Federal aprobase, en dos ocasiones, (diciembre de 2015 y julio de 2016) no avalar un Gobierno de Mariano Rajoy. «No podemos permitir que la responsabilidad recaiga sobre el PSOE», argumenta. «Permitir la investidura de Rajoy y favorecer un gobierno del PP supondrá lastrar el futuro del PSOE como alternativa a la derecha y condicionar la capacidad de nuestro partido para competir con éxito en el futuro», afirma.
Además, este documento remarca que la abstención solo serviría para «retrasar unos meses la repetición electoral». «O bien el PSOE se compromete a dar estabilidad a este gobierno de la derecha, empezando por los presupuestos para 2017 y siguiendo después con una sucesión de leyes y decretos incompatibles con nuestros principios, o lo más seguro es que en primavera nos encontrásemos ante una nueva cita electoral que algunos tratan de evitar ahora», remarca.
«La disyuntiva de abstención o pérdida de escaños es falsa porque tarde o temprano este partido tendrá que enfrentarse a unas nuevas eleccioens y debemos hacerlo fieles a nuestros principios y con un proyecto progresista, claro y reconocible por la ciudadanía», destaca.
Como principales argumentos, el texto de Prieto recuerda que el PSOE se presentó a los comicios de junio prometiendo un «cambio», que existen dos resoluciones previas contrarias a avalar a Rajoy, que existe una «demanda social progresista para poner en marcha un gobierno del cambio», el precedente de la consulta a la militancia en el momento de suscribirse el acuerdo con Ciudadanos y la «multitud de asambleas locales realizadas a lo largo y ancho del territorio para solcitar al Comité que mantenga su no a la investidura de Rajoy».