La Fiscalía de la Audiencia Nacional española considera «terrorismo» la trifulca regitrada en Altsasu hace dos semanas y, por tanto, es de su competencia investigarla, pese a que el informe de la propia Guardia Civil no la encuadra en un delito de «terrorismo» sino de «odio».
En el escrito del Ministerio Público, el fiscal establece que «se trata de graves hechos delictivos contra la integridad física de miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizados con el propósito de atemorizar a colectivos que no comparten sus ideas y generando una grave alteración para la paz pública».
El fiscal José Perals defiende que los hechos «están enmarcados dentro de la campaña de hostigamiento que sufren los agentes en determinadas localidades del País Vasco y Navarra». Para sustentar su argumento se apoya en la Alternativa Kas, «en la que se incluían las exigencias de la organización terrorista ETA para abandonar su actividad armada, una de tales imposiciones era la ‘expulsión de Euskadi de la Guardia Civil’», y en la Alternativa Democrática, donde «también se recogía esa exigencia».
Tras examinar la denuncia de Covite, Perals afirma que los hechos podrían encuadrarse en un delito de «terrorismo» y asume la competencia para investigarlos.
De esta manera, pide al juzgado de Iruñea que le remita las diligencias previas incoadas y solicita a la Guardia Civil que, con carácter urgente, emita un informe «sobre la campaña de acoso que sus agentes sufren en la Comunidad Foral de Navarra y, concretamente, en la localidad de Alsasua».
Además, pide a la Policía Foral que también le remita todas las actuaciones practicadas.