GARA
BRUSELAS

El maratón belga coloca a la UE al borde del ridículo diplomático

Entrada la noche en Bruselas –en Ottawa todavía quedaban unas horas de luz diurna– la cumbre UE-Canadá prevista para hoy mismo en la capital europea no había sido anulada. Y los negociadores de las distintas entidades belgas seguían sin alcanzar un acuerdo que permita al Gobierno federal firmar el CETA. Una jornada de final incierto.

Todos los pronósticos eran válidos anoche entre quienes seguían el ritmo de las negociaciones en Bruselas. Incluso el de que hoy se celebrará la cumbre entre la Unión Europea y Canadá, pero no habrá firma del acuerdo de libre comercio entre ambas partes (CETA, por sus siglas en inglés). Si este fuera el desenlace, con carácter provisional, muchos analistas descartaban que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, cruce el Atlántico para aterrizar hoy, precisamente, en Bruselas, donde ayer se vivió otra jornada maratoniana de negociaciones entre las entidades belgas, por un parte, y entre Bélgica y la UE, por otra.

No obstante, a primera hora de la mañana los focos se desplazaron hacia Estrasburgo. Allí, en el debate celebrado en el Parlamento Europeo, los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, no se decantaron por anular la cumbre, posibilidad que se barajaba ante el bloqueo de Valonia al tratado. Aun así, se mostraron escépticos con el hecho de que la firma tenga lugar hoy.

«La fecha no es tan importante, la cuestión está en que Bélgica señalice su disposición de firmar el acuerdo», comentó el propio Juncker, insistiendo en que no se había dado un «ultimátum» a la región francófona belga y que lo importante es «llegar a un acuerdo».

Tusk, sin embargo, incidió en que la UE está en «un callejón sin salida» y animó a los ministros de Comercio a que trabajen para encontrar una solución de cara a su próxima reunión, el 11 de noviembre, que se plantea como la siguiente fecha plausible para lograr la firma. «Si no podemos justificar un acuerdo de libre comercio con un país como Canadá, el país mas europeo fuera de Europa, habrá consecuencias para nuestra posición futura», reconoció.

Durante la sesión matinal en la Eurocámara, fueron muchos los parlamentarios que mostraron carteles expresando su rechazo al CETA y al TTIP (el acuerdo de libre comercio que se está negociando con Estados Unidos), así como apoyando a los mandatarios valones.

En su intervención en el debate, Josu Juaristi instó a los Estados miembros y a la Comisión Europea a que dejen de mirar hacia otro lado. «No es solo Valonia. Además de la reacción en contra del CETA que han adoptado algunos parlamentos y buena parte de la sociedad, más de 2.000 ciudades y colectividades territoriales en Europa se han declarado ya como zonas libres del CETA y del TTIP, y esto debe ser tenido en cuenta», indicó el eurodiputado de EH Bildu.

Cita nocturna en Bruselas

Regresando a Bruselas, las entidades federadas belgas se habían puesto una nueva cita para las nueve de la noche (19.00 GMT). Antes de regresar a la mesa de negociaciones, el viceprimer ministro belga y titular de la cartera de Exteriores, Didier Reynders, explicó así la situación: «Hemos fijado todos los textos, todos los documentos han sido remitidos al conjunto de los participantes, probablemente aún hay consultas en curso y retomaremos las conversaciones a las 21.00». «Yo supongo (que esto será) para cerrar y enviar los textos a la Unión Europea», añadió mientras abandonaba la residencia oficial del primer ministro, Charles Michel.

Estas consultas implicaban especialmente a los juristas de los diferentes gobiernos belgas y los partidos en el poder, según informaron a AFP fuentes de la negociación sin aportar detalles.

 

Declaraciones

«Seguimos trabajando en la propuesta de Bélgica y, después, debemos presentar el texto a los 27 Estados miembros de la UE en el Consejo y ver si están de acuerdo con nuestras sugerencias»

Paul MAGNETTE

Presidente de Valonia

 

 

«La fecha no es tan importante, la cuestión está en que Bélgica señalice su disposición de firmar el acuerdo»

Jean-Claude JUNCKER

Presidente de la Comisión Europea