Hoy a la mañana se ha presentado una patrulla de Policía Municipal de Iruñea en el chalet de Caparroso con una resolución del Ayuntamiento por la que se procedía al cierre provisional del local cedido por el Consistorio a Astindu Gazte Elkartea.
Con el edificio ya vacío, los agentes han colocado en la puerta el documento oficial por el que se tomaba en práctica la citada medida. En concreto, se señala que «visto el informe de Conservación Urbana sobre la situación en la que se encuentra el edificio municipal Chalet de Caparroso, y la documentación obrante en el expediente, de conformidad con lo establecido en el artículo 72 de la LRJPAC, he resuelto (en referencia a la concejal delgada de Economía Local Sostenible) aprobar la medida provisonal y urgente del cierre del mencionado local».
Dos agentes permanecen en la puerta del cerrado gaztetxe, mientras en los alrededores del lugar se van reuniendo jóvenes que se están acercando al conocer la noticia del cierre provisional del local.
Al parecer, esta tarde podría tener lugar una reunión entre responsables del Ayuntamiento y miembros de Astindu para tratar la situación del chalet de Caparroso.
El Ayuntamiento ha hecho pública una nota en la que señala que «ha rescindido la actual cesión del Chalet de Caparroso, realizada en precario en favor de la Asociación Astindu Gazte Elkarte».
Esta mañana a las 10 horas, la Policía Municipal, junto con personal del servicio de Conservación Urbana y Proyectos, ha clausurado el edificio, cambiando la cerradura y apuntalando los accesos.
Añade que «este hecho se ha comunicado por escrito a los responsables de la asociación, que venía disfrutando de su uso desde el 17 de junio con carácter ‘precario, transitorio y provisional’.
En breve se iniciarán obras en el chalet que garanticen la seguridad del edificio. Su gestión, ya con la categoría de espacio dotacional, saldrá a concurso público en los primeros meses del 2017 como espacio público juvenil autogestionado».
Los motivos del cierre
El Ayuntamiento de Iruñea señala que ha decidido la reversión de la cesión y el cierre del edificio para garantizar su seguridad, «después de que los concesionarios realizaran obras entre los meses de agosto y septiembre. Unas obras que se acometieron sin licencia, según el área de Conservación Urbana, y sin comunicación previa al Servicio de Patrimonio municipal. La intervención, además, fue informada negativamente en dos ocasiones por parte de técnicos del Consistorio».
El Ayuntamiento de Iruñea añade que comunicó el pasado 20 de septiembre a la Asociación Astindu Gazte Elkarte el inicio de la incoación del expediente de resolución de la cesión por el incumplimiento de las condiciones que la regulaban. En concreto, «por la vulneración de punto 5 de las condiciones que indica que ‘cualquier reforma que quiera realizarse en el inmueble deberá contar con autorización municipal del Servicio de Patrimonio’ y que ‘la cesionaria deberá solicitar y obtener cuantas licencias municipales necesite, en su caso, para tal adecuación y para el desarrollo de la actividad, que será conforme al planeamiento y normativa vigentes’».
Tras esa intervención se ha producido el cierre del edificio, mientras el Consistorio estudia «la posible imposición de sanciones a la asociación por esa conducta».
El Consistorio desgrana que la Asociación Astindu Gazte Elkarte «en el transcurso de dos meses, según los informes, derribó los tabiques de ladrillo de separación entre habitaciones, y entre éstas y el salón y también con una pared del baño, dejando aproximadamente tres filas de ladrillo suspendidas en el techo; en la parte de los tabiques se han lucido los techos. Asimismo está iniciada la construcción un pequeño muro de separación en la parte del baño como estructura de una barra de bar y se ha empezado a levantar con bloques una especie de zócalo en la sala de estar que tenía como propósito soportar un futuro escenario. Además se ha cerrado la puerta de acceso a la antigua sala de estar y se ha modificado la instalación eléctrica».
Próximos pasos
En breve el Consistorio tiene previsto que comiencen a realizarse «las obras de adecuación del edificio como espacio público juvenil autogestionado. Paralelamente el Ayuntamiento de Pamplona redactará, a principios de año, las bases de la convocatoria para regular la adjudicación del uso de este bien de propiedad municipal, ya con la categoría de espacio dotacional, de acuerdo con los principios de igualdad, objetividad y concurrencia».
Los objetivos de la convocatoria serán, como la anterior cesión provisional, «cubrir la necesidad que existe de espacios alternativos gestionados desde y para la juventud que sirvan que permitan potenciar y consolidar un tejido juvenil activo, diverso, participativo y comprometido».
La convocatoria estará abierta a las asociaciones. En ese sentido el Consistorio dice que «sigue apostando por poner en uso ‘inmuebles municipales en desuso o infrautilizados, fomentar la utilización de locales municipales por parte de entidades juveniles sin ánimo de lucro cuya actividad redunde en beneficio de la juventud y de Pamplona apoyando que la gestión sea compartida y favorecer el desarrollo de actuaciones socioeducativas, socioculturales, sociodeportivas y sociocomunitarias dirigidas a dinamizar la vida pública, a promover la participación juvenil y ciudadana y a impulsar el desarrollo comunitario’».
Declaración por el cierre
Esta medida del Ayuntamiento tiene lugar un día después de que la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Iruñea aprobara una declaración en la que pedía que se revocara la cesión del chalet de Caparroso a la asociación Astindu a raíz de las obras sin licencia realizadas en el inmueble.
En la comisión se habían debatido tres declaraciones presentadas por UPN, PSN y Geroa Bai. Los textos de las dos primeras formaciones no prosperaron, mientras que sí se aprobó el de Geroa Bai al ser respaldado por UPN y PSN.
La declaración finalmente aprobada pedía el cierre del edificio «de manera que se pueda recuperar la seguridad del mismo tras las obras realizadas sin control técnico y sin licencia municipal». También apostaba por «la reconversión del inmueble en un espacio dotacional».