La rueda de prensa que siguió a la firma del pacto de coalición entre PNV y PSE se iba alargando y, mientras las preguntas se dirigían hacia Idoia Mendia, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, fue acomodándose en su asiento hasta llegar a ladearse mirando a su compañera de mesa, sonriendo en ocasiones ante las preguntas de los periodistas, interviniendo a veces aunque la pregunta no se le hubiera dirigido a él. Ortuzar estaba a gusto. En su salsa. También a Mendia se le veía feliz. Las dos partes están contentas con su pacto.
Pero unos tienen más motivos que otros. Después de que el lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, rubricara junto a los máximos dirigentes de PNV y PSE el pacto de coalición, se entregó a los periodistas una copia del mismo que incluye un apartado que no se había hecho público la víspera: el «acuerdo de funcionamiento y coordinación entre el Gobierno Vasco y los grupos parlamentarios de EAJ-PNV y PSE-EE». Se trata de un apartado habitual en los acuerdos de este tipo, con el que se pretende atar que, tanto en las iniciativas propias como en las de la oposición que tengan que ver con la acción del Gobierno, los socios en cuestión actúen de manera coordinada.
Sin embargo, en esta ocasión se añade una cláusula más, en la que se establece taxativamente que «los miembros de la Mesa del Parlamento pertenecientes a ambos grupos parlamentarios mantendrán una posición unitaria en lo relativo a la admisión a trámite y calificación de los asuntos incluidos en el orden del día. En caso de discrepancias atenderán al criterio fijado por la Presidencia».
Esto supone que el PNV se hace con el control de la Cámara autonómica, porque será quien decida sobre la «admisión a trámite y calificación» de las propuestas que hagan los grupos de la oposición. De los cinco miembros de la Mesa, el PNV tiene dos y el PSE otro más. Es decir, entre ambos grupos suman la mayoría absoluta de este órgano, una mayoría absoluta que no tienen en el Parlamento. Pero además, como se establece en el texto, el PSE ha aceptado que «en caso de discrepancias atenderán al criterio fijado por la Presidencia», que ostenta la jeltzale Bakartxo Tejeria. Todo queda en manos del PNV.
Quizá en gobiernos de coalición anteriores se había fijado algún acuerdo tácito de estas características (en alguno se recogía la coordinación en la Junta de Portavoces) pero al menos en los últimos pactos no se había explicitado nunca por escrito un control de la Mesa del Parlamento de estas características. Y menos aún dejando la última palabra en manos de la Presidencia.
Satisfacción de los firmantes
El acto de la firma comenzó puntual a las 12.30 en el hall de la segunda planta del Parlamento. Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar e Idoia Mendia rubricaron con rapidez los seis ejemplares del acuerdo que se fueron intercambiando. A continuación se estrecharon las manos ante decenas de cámaras, varios móviles incluidos. Fueron algo más de tres minutos de constantes flashes y su clásico sonido.
Se destacó que la firma del pacto se hizo sobre la mesa Simón Bolivar, procedente de la casa palacio de Simón Bolívar, de Ziortza-Bolibar (Bizkaia). Se trata de una de las tres mesas que forman parte de los muebles de valor histórico-artístico que tiene el Parlamento en propiedad.
Las muestras de buen entendimiento entre PNV y PSE no se limitaron a la firma, apretón de manos y rueda de prensa conjunta entre sus máximos líderes. Mientras Andoni Ortuzar e Idoia Mendia atendían a los periodistas, en medio de una enorme expectación, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Erkoreka, y el siempre presente Rodolfo Ares conversaban amistosamente al fondo de la sala de prensa, al igual que el parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate y el portavoz del PSE en la Cámara, José Antonio Pastor.
En sus declaraciones, tanto Ortuzar como Mendia destacaron la importancia del acuerdo, tanto por su contenido como por el hecho de que dieciocho años después «dos partidos centenarios», dos de «las grandes tradiciones políticas», vuelven a encontrarse, después de que hace tres años iniciaran su acercamiento y ya llegaran a pactos en las diputaciones y los principales ayuntamientos.
Ortuzar destacó que el pacto «tiene valor en sí mismo», porque responde a «la voluntad mayoritaria de la sociedad» para que los distintos partidos políticos «aglutinen esfuerzos» con el fin de resolver los problemas de los ciudadanos y «abrir cauces de colaboración en las grandes tareas de país pendientes». Mendia sostuvo que este pacto es «bueno para Euskadi y para el conjunto de España». A su entender, señala «el camino del diálogo, del consenso y del acuerdo» y, por ello, puede «servir de guía para solucionar, salvando todas las distancias, algunos otros asuntos en España».
«No ha sido fácil»
La secretaria general del PSE señaló que aunque muchos daban por hecho el pacto desde la propia noche electoral, el acuerdo «no ha sido fácil», ha conllevado muchas horas de negociación y el intercambio de hasta 24 documentos entre las partes. Mendia añadió que tan difícil ha sido el acuerdo en materia de autogobierno como en las cuestiones sectoriales de carácter social.
Los dirigentes del PNV y del PSE destacaron que, pese a tener una presencia mayoritaria en la Cámara, necesitan del apoyo de otros partidos para los grandes acuerdos de paz y convivencia o autogobierno, así como para la aprobación de los presupuestos. Los dos vieron esta necesidad como algo positivo y se abrieron a los acuerdos con quienes quieran acordar con ellos. En todo caso, sostuvieron que además del Gobierno, los dos partidos «asumen el liderazgo del Parlamento», por cuanto contemplan en el acuerdo la creación de ponencias y de otras actividades parlamentarias. Un liderazgo que se asegura con la cláusula del rodillo que el PNV se garantiza con la sumisión del PSE en la Mesa.
La Patronal vizcaina aplaude un acuerdo que va en su línea
El presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia (Cebek), Iñaki Garcinuño, aplaudió ayer este acuerdo que considera «satisfactorio tanto por el contenido como por la transversalidad y la experiencia de gobiernos anteriores de colaboración entre el PNV y PSE, que han sido buenos para el país». Auguró que serán también positivos de cara al futuro. Aseguró que este pacto supone «una lección importante» para el mundo de las relaciones laborales en la CAV.
En relación a las prioridades que se establecen en el pacto, el presidente de la Patronal vizcaina afirmó que son aspectos que «básicamente van en la línea del mundo de la empresa, de lo que la empresa reclama», y añadió que también «van en línea con los cuatro años anteriores de gestión del lehendakari, Iñigo Urkullu».
Iñaki Garcinuño destacó igualmente que en el texto del acuerdo exista un «apoyo explícito» a la mesa de diálogo social, «lo que es de agradecer».
Por otra parte, el presidente de Cebek apuntó que habrá que esperar a ver cómo se concretan otras cuestiones como las relativas al ámbito fiscal, porque en el acuerdo las menciones «no dejan de ser un tanto genéricas».GARA
Iriarte propondrá una alternativa de marcado carácter social
La candidata de EH Bildu a lehendakari, Maddalen Iriarte, planteará hoy una alternativa de marcado carácter social para lograr que la ciudadanía pueda vivir como merece y ocupe el lugar que le corresponde en el mundo. Además de medidas concretas para hacer frente a los recortes y blindar las condiciones de vida de la ciudadanía, Iriarte planteará un nuevo modelo de bienestar social que, huyendo del parcheo o de medidas que queden al capricho del gobierno de turno, reivindique el valor de la solidaridad como uno de los pilares fundamentales en una sociedad avanzada. Explicará que, frente a las políticas neoliberales, es posible hacer una política que genere confianza en el futuro.
La necesidad de crear empleo digno, la importancia de proteger a los pensionistas estableciendo una pensión mínima de 1080 euros o innovadoras medidas en materia de la salud de la población centrarán también la intervención de Maddalen Iriarte. Subrayará especialmente la importancia de invertir en investigación, tanto desde el punto de vista social como económico, y propondrá un pacto para que esa inversión alcance el 3% del PIB y equipararse de esta manera a la media europea.
La portavoz de EH Bildu abogará por una férrea defensa de los derechos humanos para todas las personas como base para afianzar la paz y la convivencia. Propondrá el apoyo parlamentario a la labor de los mediadores internacionales y criticará la política involucionista de Madrid.
Iriarte explicará que para lograr mejorar las condiciones de vida es necesario contar con todos los instrumentos y deshacerse del lastre de vivir plegados a las exigencias e intromisiones externas. Abogará por ir hacia una Euskal Herria independiente y propondrá medidas concretas para que la ciudadanía pueda ejercer el derecho a decidir su propio futuro.GARA