Los restos mortales de Fidel Castro han llegado a la ciudad de Santiago de Cuba, su lugar de descanso final, donde el pueblo podrá despedirse del líder en un acto multitudinario, antes de la ceremonia de inhumación prevista para mañana.
El cortejo, que traslada las cenizas del expresidente salió el 30 de noviembre de La Habana y ha recorrido más de 1.000 kilómetros en el sentido inverso el camino de la ‘Caravana de la Libertad’ de 1959, ha entrado a la capital oriental por El Cobre.
A ambos lados de la Carretera Central, miles de santiagueros han recibido el cortejo fúnebre con vítores, banderas cubanas y retratos del exmandatario, una escena que se ha repetido durante los cuatro días que ha durado el trayecto por casi toda la isla.
Entre el público ondeaban además múltiples enseñas rojinegras del Movimiento 26 de Julio, grupo rebelde comandado por Fidel, que tuvo una fuerte presencia en Santiago en los tres años que duró la lucha, que terminaría con el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959.
La urna de cedro que contiene las cenizas del comandante en jefe recorrerá las principales avenidas de la capital oriental hasta llegar al Moncada, convertido en una ciudad escolar.
Desde allí se trasladará en la tarde a la plaza Antonio Maceo, donde se celebrará un último acto masivo de despedida, con la presencia de delegaciones internacionales y que concluirá con las palabras del hermano menor del líder, el actual presidente cubano Raúl Castro.
Mañana, a las 07.00 hora local (12.00 GMT) las cenizas recorrerán una última vez la ciudad y en una ceremonia íntima, a la que no se prevé acceso a los medios, serán inhumadas en el cementerio Santa Ifigenia, necrópolis de próceres y mártires, donde descansará junto a José Martí.