Difícil era el compromiso que afrontaba Osasuna este mediodía en El Sadar. Último en la clasificación y tras un nefasto partido en El Molinón, los de Joaquín Caparrós recibían a un Barcelona que, lejos de su mejor juego, es más que un peligro para cualquier rival.

El partido ha comenzado con el guión que se presuponía: un Barcelona controlando la posesión de la pelota ante un Osasuna deseoso de salir al contragolpe. Así, los visitantes han dispuesto de varias ocasiones (entre ellas un disparo al palo por parte de Luis Suárez) antes de que un disparo cruzado de De las Cuevas casi es rematado a bocajarro por Oriol Riera.

El partido, con empate a cero en el descanso, daba la sensación de estar abierto, ya que el Barça no aprovechaba sus ocasiones y Osasuna se acercaba con peligro a la meta defendida por Ter Stegen.

Y en esas ha llegado el disparo al larguero de Sergio León, quien se ha beneficiado de un robo para montar el contragolpe. Disparo al larguero de Osasuna y, acto seguido, gol para el Barcelona, de la mano de Luis Suárez en posible fuera de juego.

El primer gol visitante casi sentencia el choque. El Barça se ha hecho con más balón y eso le ha permitido conceder menos ocasiones a Osasuna. En el 72 ha hecho el segundo para su equipo Messi, y en el noventa ha marcado su segundo gol, sin que Osasuna haya sido capaz de crear peligro casi durante todo el segundo tiempo.

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