«Con determinación de todas las partes, no es imposible lograr ese objetivo», ha dicho al Consejo de Seguridad el enviado de Naciones Unidas para Colombia, Jean Arnault.
El diplomático francés, que también dirige la misión de la ONU en el país, ha agregado que es factible revisar los calendarios y efectuar ciertos ajustes para cumplir con el periodo de 180 días establecido para la dejación de las armas y la desmovilización de la guerrilla.
Según los acuerdos de paz, antes de dejar las armas, los guerrilleros debían reunirse en 26 puntos del país antes del 1 de enero, una meta que no se cumplió por dificultades logísticas.
De acuerdo con la ONU, como consecuencia tampoco será posible completar para el 30 de enero la destrucción de munición inestable, tal y como estaba previsto.
Pese a esos contratiempos, el Gobierno colombiano ha asegurado que todavía es posible cumplir con el objetivo final de completar la dejación de las armas para principios de junio.
Arnault se ha mostrado a favor de esa idea y ha defendido que una pérdida de impulso del proceso «no interesa a nadie».
Según el responsable de Naciones Unidas, los esfuerzos deben centrarse ahora en la preparación de los campamentos de las FARC.