El pasado mes de diciembre finalizó el proceso de participación ciudadana vinculado al proyecto de parque Ezkaba que pretende reordenar este espacio natural y convertirlo en un parque comarcal.

Durante los tres últimos meses de 2016 se llevó a cabo dicho proceso, que ha supuesto un instrumento de colaboración para recoger aportaciones e ideas a la hora de organizar el territorio del parque y garantizar su conservación. Concretamente se han recibido 278 propuestas, de las cuales 184 han sido integradas de manera provisional en la redacción del plan, 71 propuestas se encuentran en estudio y 23 han sido rechazadas.

El proceso ahora finalizado, que complementa el realizado durante los años 2010- 2011, incluyó la realización de siete presentaciones públicas en diferentes localidades, un primer taller para la realización de diagnóstico y exposición de líneas de actuación a la que acudieron entidades locales y colectivos y un segundo taller para el debate y aprobación de las líneas de actuación.

Como herramienta global se ha trabajado con una plataforma participativa on line en la que se han recogido las valoraciones y propuestas ciudadanas. El proceso finalizó con una jornada de cierre que se llevó a cabo en la sede de la Mancomunidad de Iruñerria. Toda la información relacionada con el proceso y con el programa de actividades puede ser consultada en la web.

Actualmente se está concluyendo el documento del Plan del Parque Ezkaba, integrando en paralelo las aportaciones del proceso de participación pública. Dicho documento será aprobado por los plenos de los ayuntamientos y concejos del ámbito antes de ser remitido al Gobierno de Nafarroa para su tramitación.

Modelo de parque y usos diversos
La mayoría de las propuestas recibidas apuestan por un modelo de parque sin grandes intervenciones, conservando y mejorando el carácter natural de los montes, un espacio mixto con bosques autóctonos y áreas de pastizales, y con un patrimonio cultural restaurado y cuidado.

Según señala la Mancomunidad en su nota, «existe un claro consenso respecto al interés de ser comedidos en las inversiones, tratando de hacer un plan factible y acorde a la actual coyuntura económica».

También se apunta a la restricción del tráfico motorizado pues la carretera al fuerte ha sido identificada como uno de los principales focos de entrada de residuos y vandalismo.

Por otra parte se han planteado usos muy diversos para el parque, desde los propuestos por grupos de usuarios habituales de carácter deportivo (bicicletas todo terreno, senderismo o running) así como de deportes que no se practican en la actualidad (tiro con arco y vuelo libre).

También se han dado propuestas por parte del vecindario que reside cerca del parque y que buscan un ocio activo más ligado a los paseos y que piden caminos adecuados y seguros.

Un tema recurrente es el de los posibles usos del fuerte. Han sido recogidas todas las propuestas para que sean tenidas en cuenta (patrimonio arquitectónico, riqueza naturalística y memoria histórica) si bien desde el plan todavía no se puede desarrollar ningún proyecto para el fuerte ya que sigue perteneciendo al Ministerio español de Defensa. Desde el equipo impulsor del plan se entiende que esta cuestión requiere un proceso participativo específico y más largo.

La población rural ha insistido en que se mantengan los aprovechamientos tradicionales del monte, defendiéndolos como parte de su cultura y modo de vida.

Finalmente, varias aportaciones de la ciudadanía y también de representantes de las comunidades educativas han insistido en que se trabaje su potencial como espacio educativo en sus vertientes natural, cultural, histórica y social.

Cabe recordar que además de las entidades locales que participan en el proyecto (los municipios de Antsoain, Berrioplano, Berriozar, Ezkabarte, Uharte, Iruñea y Atarrabia y los concejos de Aizoan, Artika, Arre, Azoz, Berriosuso, Zildoz, Orikain, Orrio y Unzu), han formado parte del proceso de participación la Mancomunidad, la sociedad Anaitasuna y la asociación SOS Ezkaba.