Los desprendimientos obligaron al desalojo de 176 familias, de las que 92 pudieron regresar a casa meses después y se espera que, a finales de marzo, puedan volver a sus hogares la mitad de las 84 familias que aún permanecen fuera de sus casas.

Tras visitar hoy durante una hora sus pisos para recoger cosas y supervisar el estado de las viviendas, Aiert Etxaniz, integrante de la gestora que agrupa a estas familias, ha lamentado que, de los 17 millones necesarios para estabilizar la ladera y reparar los desperfectos, falten aún 8.

Etxaniz ha recordado que el Ayuntamiento de Ondarroa ha aportado ya 3,5 millones tras solicitar préstamos por un importe de 2,5 millones, una cantidad que ha dicho que es el «máximo» que puede habilitar para no hipotecar al municipio.

Además, el Gobierno español ha aportado 2,15 millones, la Diputación de Bizkaia ha concedido ya 1,5 millones de euros y el Gobierno de Lakua ha confirmado al Ayuntamiento que otorgará 2 millones de euros.

Al deterioro causado en las viviendas por los desprendimientos se han sumado ahora nuevos desperfectos ocasionados por la filtración de agua en uno de los pisos.

«A día de hoy, no sabemos quién va a arreglar nuestras casas, que están dañadas y van a peor. Queremos que las instituciones sean claras y digan que van a poner los ocho millones que nos hacen falta», ha reclamado Etxaniz.