El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, ha anunciado que se someterá a una cuestión de confianza tras no lograr la aprobación de los presupuestos municipales para 2017, que fueron rechazados el viernes pasado al no contar con los apoyos de EH Bildu y del PP. Podemos e Irabazi se abstuvieron.

Urtaran ha ofrecido una rueda de prensa acompañado por los concejales de su equipo de gobierno, entre ellos, el teniente de alcalde, Peio López de Munain (PSE), para anunciar que hoy mismo convocará el pleno en el que se someterá a la cuestión de confianza ligada a la aprobación presupuestaria, que se celebrará previsiblemente el próximo viernes.

Si en el pleno del viernes el alcalde recibe el apoyo de la corporación por mayoría simple, el proyecto de presupuestos para este año quedará aprobado. En caso contrario, arrancará un plazo de un mes en el que los grupos pueden presentar una moción de censura con un candidato alternativo a la Alcaldía, que debería obtener la mayoría absoluta para desbancar a Urtaran. Si no lo hacen, este recibirá automáticamente la confianza de la corporación y el presupuesto quedaría igualmente aprobado.

Esta parece en principio la opción más probable, ya que no es previsible que EH Bildu y el PP puedan consensuar un candidato alternativo a la Alcaldía.

No paralizar la ciudad

Urtaran ha justificado su actuación para no tener «paralizada» a la ciudad y realizar proyectos que considera «necesarios» para la capital alavesa. Según ha dicho, 2017 es un año «clave» para la modernización de la ciudad y por ello no puede quedarse sin presupuestos, ya que una prórroga presupuestaria «bloquearía» la capacidad inversora.

Ha defendido que este paso supone «una nueva oportunidad para el diálogo» y ha apuntado que puede servir «para superar la situación de bloqueo» en el Ayuntamiento.

El alcalde abrirá una ronda de contactos con todos los grupos municipales, a los que ha ofrecido «diálogo, consenso y acuerdo», y ha mostrado su «mano tendida a todos».

Esta fórmula de acudir a la cuestión de confianza fue recientemente utilizada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que consiguió aprobar los presupuestos municipales el pasado 25 de enero. También Odón Elorza (PSE) utilizó este mecanismo dos veces cuando fue alcalde de Donostia.