En el debate del punto se ha registrado un tenso momento cuando la portavoz del PPN, Ana Beltrán, pese a la airada protesta de Adolfo Araiz no ha querido retirar su acusación sobre que el partido abertzale «tiene las manos manchadas de sangre, y eso tarde o temprano, salpica».

La moción desestimada, además de la reprobación de la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, incluía un segundo punto en el que, a su vez, se exhortaba al Parlamento de Nafarroa a «pedir la dimisión de Álvaro Baraibar como director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos».

Tampoco ha prosperado la petición supletoria para, «caso de que no salga adelante la dimisión de Baraibar, instar a la Presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, y a la consejera Ana Ollo, a cesarle del cargo».

En la exposición de motivos de la moción, defendida por Ana Beltrán, PPN, se ha referido a la reunión mantenida por el Gobierno con los familiares de víctimas de ETA en Nafarroa, tras la que Ollo y Baraibar dieron una versión positiva que las víctimas cuestionaron en una carta pública.

La moción popular esgrimía que «no puede estar al frente de un Departamento que engloba la Dirección General de Paz y Convivencia quien desprecia a las víctimas de ETA, quien las utiliza para sus intereses políticos, quien miente sobre los contactos y el posicionamiento que ha mantenido con esas víctimas, incluida su negativa a contar que la mayoría ha rehusado participar en un acto público con el Gobierno».

La proponente entendía que el balance que Ollo y Baraibar hicieron de la actividad del Departamento y de la Dirección General en materia de paz y convivencia está repleto de «medias verdades, falsedades y tergiversaciones».

En ese sentido, se censuraba la «equiparación de las víctimas de ETA con las víctimas de otras violencias» y se aducía que «en más de un año no se les ha hecho un solo homenaje o reconocimiento. Ni siquiera tienen partidas especiales en los Presupuestos Generales de Navarra, como sí las tienen las víctimas de las otras violencias».

En su defensa, Ana Beltrán ha ironizado con el «dudoso honor» de Ollo de haber conseguido quienes durante 40 años han vivido su dolor «en la intimidad» se unan en un escrito público «para denunciar» su «actitud interesada», en lo que ha valorado como «una lección de dignidad y decencia» de las víctimas.

En la misma línea, Javier Esparza, UPN, ha apoyado una «reprobación ética, que tiene que ver con la decencia democrática», porque es «inmoral llegar al Gobierno gracias a un partido como Bildu que ha defendido los planteamientos de los terroristas», ha dicho tras insistir a Uxue Barkos que «jamás debió alcanzar un pacto con el diablo».

Por el PSN, Inma Jurío ha apuntado hacia Barkos como posible responsable de la «presión» a Ollo y Baraibar para «falsear» la verdad para su propio beneficio, y ha considerado que la presidenta está ahora «viendo las complicaciones» de tener a Bildu en el Gobierno, «un lastre», y ha deseado que aunque hoy no se le haya reprobado, Ollo haya salido «escocida» de este asunto.

En contra de la moción, Koldo Martínez, Geroa Bai, quien ha mostrado su «respeto» por «todas» las víctimas de la violencia, ha lamentado las «falsedades» vertidas en este asunto, porque «decir que el Gobierno desprecia a las víctimas de ETA es mentir» cuando, según ha defendido, se están poniendo medios y cauces a su alcance, que ha enumerado.

Por EH Bildu, Bakartxo Ruiz ha considerado esta polémica «una muestra de la impotencia de este tripartito de la oposición» en el que ha lamentado que PSN se deje llevar por UPN y PPN, a cuya portavoz, Ana Belrán, ha acusado de «querer usar esta cuestión por interés político y partidista», y les ha pedido que «dejen trabajar a quienes lo queremos hacer» en el camino de la reconciliación.

Mikel Buil, Podemos, tras enviar un «abrazo inmenso» a las víctimas, «especialmente» a las 42 que firmaron la crítica al Gobierno, ha lamentado la política del PP de «intentar negar un dolor con otro» y eso «no es posible».

Por I-E, José Miguel Nuin ha defendido su tesis de que a la hora de hacer un relato de lo sucedido con ETA «debe quedar claro que matar en democracia fue ilegítimo, injusto y debe ser condenado», pero ha considerado «importante» la existencia del departamento de Baraibar, al que ha pedido «mucho trabajo y pocas palabras», y ha asegurado no hay «ni una tacha ética ni moral» en el actual Gobierno navarro ni en su acuerdo programático.