Agustín Goikoetxea @goikodeustu

Asociaciones de vecinos de Bilbo rechazan el nuevo reglamento de distritos

La Junta Directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo ha afirmado que el nuevo reglamento de los Consejos de Distrito «ni es nuevo, ni se ha actualizado, ni favorece la participación ciudadana que demanda la ciudadanía». Estos organismos ciudadanos acusan al Gobierno Aburto de hacer «oídos sordos» a sus propuestas.

La Junta de Gobierno municipal (PNV-PSE) aprobó ayer el proyecto de Reglamento de Organización y Funcionamiento de los Distritos de Bilbo, que actualiza el texto actualmente en vigor, aprobado hace 25 años. Para los organismos ciudadanos supone una regresión que no va en sintonía con lo que la propia Corporación refrendó en 2011 en Pleno.

En un comunicado, la directiva de la federación de asociaciones vecinales de la capital vizcaina ha considerado que el proyecto «es, simplemente, más de lo mismo, o incluso peor que el reglamento hasta ahora vigente». «Han convertido los resultados del proceso de participación ciudadana en un revoltijo de opiniones de representantes sociales y políticos confundiendo sus conclusiones con una falta de respeto inaceptable a la transparencia con que deben ser tratadas las aspiraciones de unos y de otros», censuran en su reflexión los organismos ciudadanos.

Han criticado que en el proyecto no varíe el número de representantes de los consejos de distrito, que seguirán estando formados por 13 consejeros (al menos dos de ellos concejales) propuestos por los grupos políticos con representación municipal, y por 5 vocales, con voz y sin voto, elegidos entre las asociaciones de cada zona.

Las asociaciones vecinales han estimado que, al mantener la «exigua» presencia de cinco vocales por distrito, «sin derecho a voto y «forzados a repartirse entre asociaciones vecinales, de integración social, culturales, de ocio, deportivas y de otra naturaleza», en el reglamento se «renuncia a fortalecer la presencia y la función de los agentes sociales». Son los consejeros de los grupos políticos los que mantienen mayores competencias, como destacan, ya que cuentan «con derecho a dieta, voz y voto tanto presencial como delegado para hacerles más fácil su trabajo y no tener que oír a la representación social antes de emitirlo».

Se han referido también a la posibilidad que recoge el nuevo reglamento de que cualquier vecino de la villa pueda asistir e intervenir en las sesiones de los Consejos de Distrito y sus comisiones. Según la directiva de las asociaciones vecinales, esta opción «ya existía desde tiempo atrás», aunque, ha señalado, «quizás el Ayuntamiento aspira ahora a que sustituya gradualmente a la intervención asociativa más rigurosa en su defensa del interés común».

Ha criticado también que el reglamento mantenga la división territorial de Bilbo en ocho distritos con sus correspondientes Consejos: Deustua, Uribarri, Otxarkoaga/Txurdinaga, Begoña, Ibaiondo, Abando, Errekalde y Basurto-Zorrotza. «No se han tenido en cuenta los nuevos barrios y urbanizaciones creadas en los últimos años, sus necesidades y aspiraciones, y la mejor forma de atenderlas con nuevas demarcaciones y equipamientos», han añadido.

«Oidos sordos» a sus propuestas

Los organismos vecinales acusan al Gobierno Aburto de haber hecho «oídos sordos» a sus propuestas, expuestas en el proceso participativo directamente, en encuestas y entrevistas con el Área de Atención Ciudadanam Participación y Distritos, así como con la propia concejala delegada, la jeltzale Gotzone Zaldunbide.

Además, la Junta Directiva de la Federación ha recordado que, en 2011, el Pleno aprobó por unanimidad una moción en la que se reconocía el trabajo que realizan estas asociaciones «en favor del progreso y desarrollo de la ciudad». En aquella iniciativa, la Corporación bilbaina se comprometía «a facilitar la interlocución» entre los diferentes órganos municipales y las asociaciones vecinales, así como con la propia Federación, «al objeto de encauzar los deseos de participación comunitaria en fines de interés general».

Con la aprobado ayer por la Junta de Gobierno, entienden que «se da la espalda» al contenido de aquella moción, «regresando a la desconexión municipal con el movimiento vecinal». Ante un escenario que califican de «regresivo» para la participación ciudadana, la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo anuncia la convocatoria de una asamblea para analizar la situación y plantear nuevas iniciativas.