Morcillo, que ha comparecido en sesión de trabajo en el Parlamento de Nafarroa, ha denunciado una «inseguridad jurídica tremenda» en este ámbito.

De esta forma, ha señalado que las personas que intentan «autoabastecerse» se encuentran con el problema de que los cultivos «son todavía ilegales y perseguidos», de modo que «se les está empujando a seguir en el mercado negro».

Por ello, ha propuesto que se estudie la implantación del uso terapéutico del cannabis en la sanidad navarra y que las administraciones «se involucren en materias de prevención activas».
«La falta de regulación actual hace necesario que las administraciones tomen iniciativas pioneras en materia de prevención y reducción de daños», ha asegurado.

Además, ha pedido la creación de un órgano que vele por la salud de las personas asociadas, «que se cuentan por miles», y ha apostado por la elaboración de un registro específico de clubes sociales de cannabis, que «solucionaría mucho tanto a nivel administrativo como a nivel de clarificación«.

Morcillo, que ha puesto de manifiesto que «el consumo de cannabis en la Comunidad Foral es muy elevado», ha garantizado que la media de socios de los clubes, repartidos por toda la geografía navarra, es de entre 150 y 180 personas.

Los grupos del cuatripartito han apostado por normalizar esta actividad, han apoyado lo expuesto por el representante del partido y han trasladado su disposición y voluntad a trabajar en este sentido.

Por UPN, Cristina Altuna ha agradecido el trabajo realizado desde RCN-NOK para «encauzar el consumo colectivo del cannabis» y ha apostado por «analizar posibles soluciones y vías» desde el Congreso de los Diputados español.

En la misma línea se ha mostrado Inma Jurío, PSN, que ha considerado que es necesario tomar medidas destinadas a regular un consumo responsable «dentro de un marco de seguridad jurídica», pero también desde el Congreso.