El donostiarra Jagoba Codo ha conseguido salir del primer grado, en que se halla el 95% de los prisioneros vascos. Lo ha aceptado el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, que destaca que la Junta de Tratamiento de la prisión de Castelló lo propuso y contradice la opinión de la Fiscalía. Entre otras cuestiones, el juez José Luis Castro cita que los hechos delictivos son antiguos, ha superado tres cuartos del cumplimiento de condena y no tiene «una actividad beligerante con la Administración Penitenciaria». No cita la espondilitis anquilosante que padece hace cinco años.
Instituciones Penitenciarias le había denegado el acceso a segundo grado hace unos meses, argumentando incluso que el hecho de pedir ahora ese segundo grado debía interpretarse como «un nuevo servicio a la organización terrorista ETA».
Respecto a los requisitos exigidos a los presos vascos para lograr la progresión de grado, el juez Castro señala que «si bien es cierto que el escrito del interno guarda cierta equidistancia con las víctimas a las que ni siquiera menciona, más allá de la fórmula genérica del ‘reconocimiento de dolor ajeno’, debe señalarse que renuncia a lo que denomina ‘utilización de la lucha armada en el futuro».
El segundo grado es un estadio intermedio entre el primero y el tercero. Allana la posibilidad de recibir permisos para salir a la calle. En segundo grado está por ejemplo, hace diez días, Sara Majarenas, al igual que algunos otros presos enfermos (Ibon Iparragirre, Txus Martin o Aitzol Gogorza).

Kanta herrikoiak, Lekeitioko bizimoduaren erakusgarri bizia

Denuncian que la Ertzaintza actuó «junto a los fascistas», hiriendo a una treintena de personas

Buruz, bihotzez, oinez... eta irribarrez ospatu dute Paz de Zigandan ikastola nafarren festa

Fallece una montañera de Tutera de 27 años tras caer en el Pico de las Neveras, en Panticosa
