Joseba Asiron y Julen Mendoza han hecho pública una nota conjunta en la que reiteran su recho a los «actos violentos» del pasado sábado en Iruñea, así como «cualquier expresión de violencia».

Con «la misma contundencia», han rechazado la calificación de los incidentes de Iruñea como «actos terroristas», al entender que es «extremadamente desproporcionada», que «responde a tiempos pasados y medidas excepcionales, y que en nada ayudan a la pacificación y la convivencia de nuestro país».

Para ambos alcaldes, tanto los incidentes de Iruñea como la imputación a los tres encarcelados «nos quieren volver a llevar al pasado, repitiendo hechos, situaciones y dramas que creíamos superados».

«Nos preocupa profundamente el ejercicio nostálgico y de banalización de la violencia del pasado que se están haciendo determinados sectores. Y nos preocupa enormemente la actitud del Estado de absoluto inmovilismo y de mantenimiento de las políticas y medidas de excepción», han remarcado en un comunicado.

A su entender, «unos y otros pretenden abrir un nuevo ciclo de violencia y sufrimiento para una nueva generación de jóvenes», ante lo cual afirman con «absoluta contundencia» que «no vamos a permitir que ni unos ni otros lleven a este país y a las nuevas generaciones a un nuevo ciclo de sufrimiento».

Asiron y Mendoza han exigido la puesta en libertad «inmediata» de los tres encarcelados y que la causa «sea devuelta de la Audiencia Nacional al juzgado ordinario, y sea descalificada como acto de terrorismo».

Además, han trasladado su solidaridad a los padres y madres de los detenidos y han animado a participar en la manifestación de esta tarde en Errenteria.

Finalmente, han reivindicado «un cierre ordenado del ciclo de violencia del pasado, porque solo así estableceremos las garantías de la no repetición».

«El sufrimiento padecido por este pueblo es un enorme drama que no se puede volver a repetir. Seamos capaces por tanto de llegar a los consensos y acuerdos que sean necesarios para un cierre definitivo de la violencia y el sufrimiento», han solicitado los alcaldes, quienes han advertido de que, de lo contrario, «tenemos un enorme riesgo de que se vuelva a abrir un nuevo tiempo de sufrimiento».