El citado organismo ha acordado «hacer llegar su solidaridad y afecto a la mujer agredida» y «expresar el firme compromiso de seguir implantando medidas para la erradicación de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos, en el social, político, legislativo, económico y de sensibilización y prevención y con políticas de igualdad de mujeres y hombres».
Asimismo, manifiesta que «la violencia contra las mujeres es una de las vulneraciones de los derechos humanos y libertades fundamentales más graves. Abarca todos los actos de violencia que produzcan o puedan producir daños físicos, sexuales, psicológicos o económicos a las mujeres, incluidas las amenazas sobre dichos actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, ya se den en el ámbito familiar, laboral o social y se realicen en público o privado».
Concluye señalando que «la violencia contra las mujeres es un fenómeno estructural, presente en todas y cada una de las clases sociales existentes en nuestra sociedad, en todos los países y lugares del mundo y todos los días del año. Las víctimas de esta violencia son las mujeres y las niñas quienes, por el hecho de serlo, son discriminadas y violentadas en cualquier momento de sus vidas y en cualquier ámbito».