Prado, en declaraciones a los medios de comunicación tras la junta de accionistas que la firma ha celebrado en Madrid, ha indicado que «no vamos a tomar una decisión, sino esperar a que haga las consultas el Gobierno», que tiene previsto acabar a finales de junio el periodo para requerir diferentes puntos de vista sobre la reapertura de la central.
«Nosotros con Garoña tenemos la posición que teníamos el año pasado», ha añadido Prado, quien ha recordado que Endesa esperó a que se pronunciase el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que emitió un informe favorable a la reapertura de Garoña, y ahora aguardará a la decisión del Gobierno.
Respecto a lo dicho por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que considera que la instalación no es rentable, el presidente de Endesa ha afirmado: «Respeto mucho los comentarios y las opiniones del señor Galán, como espero que él respete las mías».
Antes, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, durante su intervención en la junta de accionistas, ha dicho que para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050 será necesario alargar la utilización de las centrales nucleares y que «anticipar innecesariamente» su cierre exigiría construir plantas nuevas de gas para no sufrir problemas de abastecimiento.
Además, ha asegurado que la tarifa eléctrica aumentaría en unos 10 euros el megavatio hora (MWh), lo que «agravaría el problema de la pobreza energética, reduciría la competitividad de la economía y limitaría la electrificación de la demanda energética».
Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, Bogas ha matizado que esto no quiere decir que haya que alargar la vida de Garoña, que es una central pequeña dentro de la potencia nuclear instalada en el conjunto del Estado español.