Una alegría contenida
Las personas congregadas en Oier Etxera Gunea aplaudieron ayer la suspensión de las euroórdenes. Mostraron una alegría contenida, conscientes de que todavía quedan doce presos vascos gravemente enfermos en prisión. Como dijo Amets Martínez (Sare), «aquí no acaba nada».
La decisión del Tribunal de Apelación de París, conocida a media tarde y esperada con expectación, fue recibida con una salva de aplausos en Oier Etxera Gunea de Gasteiz. «La noticia es pública, los jueces han decidido paralizar la situación de prisión y se están realizando los tramites para que pueda abandonar la cárcel», anunció Amets Martínez de Heredita, miembro de Sare, quien advirtió de que todavía queda una lista de doce presos con graves dolencias en las prisiones españolas y francesas, a los que se suman otra decena que prefieren no revelar su identidad por el momento.
«Tenemos que redoblar esfuerzos para que no se repita lo ocurrido con Oier. Aquí no acaba nada, empieza un nuevo trabajo para la liberación de todos los presos enfermos», destacó antes de informar a los presentes de las convocatorias previstas para los próximos días. Concentraciones y movilizaciones que tendrán su cénit el sábado 6 de mayo, cuando está prevista una manifestación en Gasteiz.
«Sé lo que es estar dentro enferma, sé lo que es que te engañen y creas que hay una ley que te va a dar una situación mínimamente digna para llevar la enfermedad», afirmaba a GARA Gotzone López de Luzuriaga que, al igual que Gómez ahora, tuvo que hacer frente al cáncer en prisión.
Denunciaba López de Luzuriaga que los estados aplican una política de «venganza pura y dura». «Hay muchos compañeros con problemas de salud porque están viviendo una situación extrema, y el objetivo de los estados es destruirlos humana y anímicamente», remarcó desde este Oier Etxera Gunea.