Arnaitz GORRITI

Saski Baskonia deja sin play offs a un Bilbao Basket embarrado

En un partido sobrado de tensión y errores y conmuy poquito juego, un parcial de 1-11 en el últimocuarto lo decidió todo para los gasteiztarras. Los bilbainos ya no pueden acceder a la postemporada.

RETABET B. BASKET 64

SASKI BASKONIA 75

 

Se acabó lo que se daba para los hombres de negro, aunque Saski Baskonia no tiene muchos motivos por los que sacar pecho tras el triunfo de ayer. La brega fue total, la pelea hasta la extenuación, pero desde luego que no hay muchos dedos en las manos para contabilizar peores partidos por parte de ambos bandos. Al final, Bilbao Basket se queda sin play offs y los cánticos de «Iros de ACB» de la Peña Hirukoa suenan más a pataleta, a pesar del ingenio indudable.

Después de un arranque con alma de «post poteo», la entrada de Indar Baskonia soliviantó al público e hizo meterse el ambiente en lo que un derbi supone. Mientras, en los primeros compases del duelo, Micheal Eric imponía su corpachón a Voigtmann, cargando además de personales a Shengelia, mientras que Jaka Blazic desaprovechaba sus minutos. Así las cosas, el tractor baskonista de este arranque era Hanga.

Llegaban las rotaciones. Y con ellas, la primera ventaja gasteiztarra, 15-16, después de una fina jugada de Beaubois. El escolta galo sí que tuvo una entrada, de forma que los de Sito Alonso lograron llegar arriba, por un exiguo 20-21, al final del primer asalto, con 7 tantos del ex de los Mavericks.

Y con el segundo cuarto, se vio el primer tirón gasteiztarra. Coincidió con los minutos de banquillo de un entonado Tobias Borg, al tiempo que Shane Larkin empezaba a sentirse más cómodo –jugando de escolta, con Laprovittola ejerciendo de armador– y Micheal Eric más desasistido. Con 22-27, un Carles Durán bien gesticulante pedía tiempo muerto y sentaba a un pobre Sergio Llorente al que el Baskonia atacó sin piedad.

Camino del descanso, los peores minutos del derbi. Bilbao Basket regalando sin ton ni son, Saski Baskonia errando todos los tiros del mundo y a poco menos de tres minutos, lesión de Borja Mendia –pudo regresar en la segunda mitad–, que en apariencia se torció el tobillo. Como botón de muestra, la carta triplista de ambos equipos al receso era un horroroso 2 de 18 –0 de 6 para Bilbao Basket–, con el corolario de un bochornoso 1 de 6 en tiros libres del cuadro gasteiztarra, lo cual convertía el 28-33 final en una buena noticia para los bilbainos.

Demasiado calor

Una doble técnica a Hervelle y Kim Tillie le volvió a dar temperatura a un derbi en el que la mejor noticia fue que, a la octava, Bilbao Basket anotó un triple, obra de Todorovic. En cambio, el partido, por encima de las defensas, empezaba a calentarse más de la cuenta.

Los árbitros se pusieron a la faena de pitarlo todo, atando en corto a los sementales. Después de una caótica serie de tiros libres errados, los de Sito Alonso empezaron a sumar alguna que otra vez, peor demasiado poco, llegándose 49-52 al inicio del período final.

Se alegraron los bilbaínos al adelantarse 53-52 después de que un mate de Micheal Eric. Pero cuando peor pintaba para el Baskonia, Shengelia se descolgó con un triple, preludio de un parcial de 1-11 que empezó a romper el partido, sin Larkin en cancha, con Laprovittola, Beaubois y Blazic como trío exterior.

Bilbao regresaba al partido de la mano de Ivan Buva y Todorovic. En cambio, las pérdidas condenaban a los hombres de negrio, que volvían a verse siete abajo, 62-69, después de una contra culminada por Shengelia, como los posteriores tiros libres errados por Mumbrú. El derbi ya era propiedad gasteiztarra, que deja sin postemporada a los bilbainos.

 

Ruido en las gradas y normalidad abajo

Los primeros silbidos a Sito Alonso llegaron durante la rueda de calentamiento de Saski Baskonia, para aumentar los decibelios en la presentación. Es el precio a pagar por la marcha inopinada el pasado verano, con la continuidad del club en solfa.

A lo largo del encuentro, el técnico de Monzón estuvo algo revolucionado, sobre todo cuando algunos de sus jugadores se vieron con problemas de faltas, hasta el punto de que pronto vio una advertencia de técnica, aunque supo manejarse con ese aviso. Carles Durán anduvo menos histrónico, pero bastante más desesperado, sobre todo con los balones «regalados» por los bilbainos en los instantes clave.

Al final, agradecimientos por parte de los dos, en el caso de Sito Alonso mostrándose comprensivo con su antigua afición. «Me siento afortunado por haber trabajado dos años en Bilbo. Lo otro es la vida profesional», explicó. A.G.

 

Fin de fiesta en paz y agradecimientos

Fin de fiesta. No hubo grandes titulares y sí mucho agradecimiento, tanto por parte de Sito Alonso como por Carles Durán.

«Felicitar el trabajo de Bilbao Basket. Se ha sobrepuesto de todas las dificultades y eso tiene mérito. Nosotros hemos jugado bien bastantes minutos, pero nuestros errores es han dado opciones», reconocía el técnico baskonista, que subraya que «no hemos tenido precipitaciones en los momentos clave. Defensivamente hemos estado bien para ganar por primera vez en tres años en Miribilla, ahora y tenemos un partido en casa ante Fuenlabrada decidir si somos cabezas de serie».

«Nos han matado las precipitaciones», se quejaba Carles Durán por su parte. El preparador badalonés reconocía que «el esfuerzo ha sido titánico, pero hemos regalado demasiados balones». Por otro lado, dijo que «debo dar las gracias a la afición por todo lo que nos ha ayudado. Espero devolverle todo su apoyo el año que viene». A.G.