Las direcciones de las FARC-EP y del ELN ofrecieron ayer una inusual rueda de prensa conjunta en La Habana tras una semana de intercambios en la capital cubana con el auspicio del Gobierno colombiano. Sobre la mesa, la construcción de la paz y las amenazas del paramilitarismo. El primer comandante del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias «Gabino», afirmó que «no ven voluntad» por parte del Gobierno para acabar con los grupos paramilitares y pidió «prohibir» el paramilitarismo en el país.

Reiteró, asimismo, el compromiso de esta guerrilla con la paz, aunque advirtió de que «no depende» de ellos.

En un comunicado conjunto firmando por el Secretariado de las FARC y el Comando Central (COCE) del ELN, remarcaron que «pese a la disparidad de los avances de las dos mesas de conversaciones, mantenemos objetivos comunes, con caminos diversos, pero complementarios; como el de buscar que la sociedad tenga una función protagónica en el logro de la paz, con cuya fuerza va a ser posible imponer una salida no violenta a siete décadas de confrontación, en contravía de la élite que persiste en ella, movida por el lucro que obtienen de avivar la guerra». Abogaron por la «búsqueda plena de la verdad sobre estos 70 años de tragedia», de tal forma que «permita a los gobiernos, las clases dominantes y a la insurgencia asumir sus responsabilidades».

Emplazaron a «sacar la violencia de la lucha política» y subrayaron que la paz llegará por medio de «transformaciones que traigan equidad y dignidad a las colombianas y colombianos».

Reconocieron «la disposición» del Gobierno de Santos de «facilitar este segundo encuentro, el cual esperamos mantener como mecanismo permanente de coordinación y dialogo conjunto para la paz»

Disidencia de las FARC

El disidente Frente Primero de las FARC reivindicó el secuestro del funcionario de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) Herley López y puso como condiciones para su entrega a una comisión de la ONU la elaboración por parte del Gobierno de Juan Manuel Santos de un «plan de desarrollo integral» que solucione la situación de los cultivadores de coca «antes que cualquier intento de erradicación para que el campesinado pueda desistir de dichos cultivos de manera gradual», así como la excarcelación de Simón Trinidad, preso en Estados Unidos.

Alertó a la comunidad internacional de que la vida del funcionario de la ONU corre peligro por los operativos militares que se están desarrollando en la región donde fue secuestrado.