Las cuatro formaciones del cambio celebrarán una reunión mañana para fijar una postura común a defender en Madrid sobre las conexiones de Nafarroa con la red de Alta Velocidad estatal. La reunión tendrá lugar un día antes de que el vicepresidente, Manu Ayerdi, y el nuevo ministro de Fomento tengan un encuentro, después de que Iñigo De la Serna calentase la cita en una charla en Iruñea, acusando al Gobierno navarro de no cumplir con lo acordado en los plazos de construcción del TAV entre Iruñea y Castejón y amenazando con la intervención directa de Fomento para sacar el proyecto adelante.

Además de estas declaraciones, el debate sobre la conexión de tren de Nafarroa ha suscitado polémica por la reunión mantenida entre Ayerdi y su homóloga en la CAV, Arantxa Tapia, sobre la unión de Nafarroa con la «Y vasca».

Dentro de las formaciones del cambio no existe consenso sobre cómo ha de tratarse este asunto y la nota discordante la marca, precisamente, Geroa Bai y el propio consejero, exlíder del PNV en Nafarroa. El resto de formaciones son contrarias a continuar con las obras del Tren de Alta Velocidad tal y como las proyectó UPN y se acordaron con el ministro Pepe Blanco (PSOE).

Adolfo Araiz señaló que es muy importante que Ayerdi defienda una postura de consenso. Y añadió que escucharán la postura del ministro y que, si es necesario, se volverá a mantener una reunión a cuatro para valorar dicha propuesta. El líder de EH Bildu remarcó que existe un compromiso adquirido y que a EH Bildu la actual plataforma que se construye «no le gusta absolutamente nada». Asimismo, ha subrayado que en el último pleno la postura de Ayerdi al respecto fue «prudente».

Por su parte, el portavoz de Geroa Bai en el Parlamento, Koldo Martínez, ha insistido en que la coalición va a defender lo que viene en el acuerdo, ya que en él se habla de apostar por un tren de «altas prestaciones». No obstante, los presupuestos aprobados para este ejercicio no contemplan un solo euro para continuar con el TAV.

En buena medida, detrás de esta reunión se esconde una pequeña celada organizada por UPN, que vendió como un importante logro de sus diputados en Madrid un programa de inversiones de 78 millones de euros, centrados en el reimpulso del TAV. En la práctica, esta inversión en infraestructuras recogida en los presupuestos es la más baja que realizará el Estado en Nafarroa.

De hecho, el atasco en las obras es mucho más complejo. Fue el Gobierno de UPN quien paralizó las obras en 2012 e incumplió los plazos pese a haberse comprometido a acelerar la construcción de la plataforma y pedido un crédito para ello. Ahora, el Gobierno de Madrid tendría que abonar parte del dinero adelantado, mientras que lo construido (las vías llegan hasta Alesbes) sigue siendo inservible.

El coportavoz de UPN, Carlos García Adanero, aseguró después de la Mesa y Junta de Portavoces que en 2018 las obras en el Tren de Alta Velocidad estarán de nuevo en marcha y sobre la plataforma en la que se han venido realizando.