En la sentencia, que es recurrible en apelación, se relata cómo, sobre las 12:40 horas del 8 de octubre de 2016, un numeroso grupo de personas pertenecientes al colectivo hIREKIn forzó la puerta del portal número 13 del Paseo Sarasate, que da acceso a un edificio perteneciente a Construcciones y Promociones Sarasate XXI.

A las 14:06 horas, el apoderado de la constructora presentó una denuncia ante la Policía Municipal y solicitó el inmediato desalojo del inmueble.

Poco después, a las 14:45 horas, varias dotaciones uniformadas de la Policía Municipal entraron en el edificio para proceder al desalojo de las personas que estaban en el interior, entre las que estaban los dos acusados, «que se atrincheraron en una habitación del segundo piso, colocando muebles y otros objetos para impedir la apertura de la puerta».

La sentencia añade que tres agentes consiguieron no obstante abrir la puerta y, al verlos, los acusados se dirigieron a un pequeño balcón-mirador y se agarraron con fuerza a los barrotes, apoyados por el cada vez más numeroso grupo de personas que se concentraban en la calle, frente al edificio.

Los agentes, ante su negativa a salir de la casa, procedieron al desalojo forzoso de los jóvenes, con los que forcejearon y cayeron al suelo. A consecuencia del forcejeo, una agente resultó herida leve en una rodilla y se rompió la radio de otro policía.

En la sentencia se condena a cada joven, por un delito de usurpación, a una multa de cuatro meses, a razón de cinco euros de cuota diaria y, por el delito de resistencia, a cinco meses de prisión.

A uno de ellos se le condena además a un mes de multa, a razón de cinco euros de cuota diaria, y a indemnizar a la agente en 210 euros. El otro joven, que es absuelto del delito de lesiones del que era acusado, deberá indemnizar al Ayuntamiento de Iruñea en 98 euros.

En otra sentencia, se absuelve a un acusado de haber agredido supuestamente a un policía municipal durante el tumulto formado en el paseo Sarasate durante la concentración de apoyo a los jóvenes.

Al respecto, en la sentencia no se considera acreditado que el acusado fuera el autor del fuerte puñetazo que uno de los agentes recibió en la sien, que hizo que cayera al suelo.