Para ELA, la LOMCE «es el mayor ataque nunca conocido para impedir un sistema educativo propio», con «una ideología y una pedagogía totalmente retrógradas que llevan a la mercantilización de la educación».

Destaca además en un comunicado que en 2015, el último año de UPN en el Gobierno, Nafarroa invirtió en educación el 3,2 % del PIB, frente al 4,9 % de media en la UE, tras recortar un 13 % los recursos que había en 1010.

En el mismo periodo la matriculación creció en 6.249 estudiantes, el profesorado bajó en 800 efectivos, se aumentaron en dos las horas lectivas y se incrementó el número de alumnos por aula, a lo que suma que la precariedad y la interinidad tiene «elevadas» tasas y la carga de trabajo es «excesiva» debido que las sustituciones por bajas no son inmediatas.

«Consecuencia directa de esto es que se ha puesto en serio riesgo que la educación sea el instrumento que garantice la igualdad, justicia social, inclusión y cohesión social», asegura ELA, y añade que los recortes han conllevado también bajadas salariales.

«Un aspecto más de la mercantilización de la educación y del colonialismo lingüístico ha sido la imposición progresiva del PAI, que ha detenido el crecimiento del modelo D y ha reducido drásticamente el modelo A», agrega ELA.

En el lado positivo valora que el Gobierno del cambio haya aumentado un 10 % el presupuesto de Educación, restablecido los ratios alumno/aula en la red pública mejorando así la calidad de la enseñanza y aumentando el número de docentes y cuidadores, ha comenzado a sustituir las bajas desde los primeros días y ha devuelto la extra suprimida en 2012.

Igualmente destacan la subida salarial del 1 % en 2016 y la prevista para 2017, aunque ve «raquítica» la de la concertada, la OPE realizada y las dos mesas de negociación abiertas para la red pública y al concertada.

Pero estas medidas son para ELA insuficientes aún ya que quiere «convertir la Educación en la prioridad del Gobierno, impulsando la educación pública, aumentando la inversión hasta llegar al 6 % del PIB, como propone la UNESCO», lo que requiere a su juicio de una fiscalidad equivalente a la media europea.

Reclama asimismo reducir las horas lectivos, los ratios de alumno/aula y la tasa de interinidad, y aumentar la OPE, recuperar el poder adquisitivo perdido, incrementar los recursos para las necesidades educativas especiales, y recuperar los incentivos a la jubilación.

Ademas, ELA reclama revertir las subcontrataciones, aumentar la oferta de euskara, implantar Medicina en la UPNA, aparcar la filosofía de la LOMCE, diseñar un plan integrado de lenguas, promover la matriculación en el modelo D y homologar a la pública las condiciones laborales de la concertada.

Se trata, concluye, de «dar pasos notorios para que la Educación sea un instrumento que garantice la igualdad, justicia social, inclusión y cohesión social», por lo que asegura que «no va a cejar en el empeño de darle vuelta a la situación».