El homenaje ha tenido lugar en uno de los lugares de Gasteiz donde los franquistas llevaron a cabo fusilamientos durante la Guerra del 36, el muro trasero del cementerio de Santa María, donde se ha colocado una corona de flores y numerosas rosas rojas por parte de los participantes mientras se bailaba un aurresku.
Además de rendir homenaje a las víctimas del franquismo en Araba, las cuatro formaciones han denunciado la «impunidad» de los crímenes de la dictadura y la represión posterior a la Guerra del 36.
Han subrayado que «más de 300 personas fueron asesinadas» en Araba, «pero otras miles fueron encarceladas o usadas como esclavas del franquismo». El manifiesto ha citado asimismo «las multas, incautaciones, estigmatización y destierro» provocados por ese régimen.
También han criticado que «la Transición se basó en la impunidad y el olvido. No hubo ruptura, sino una continuidad entre un régimen y otro, y la Transición tiene entre sus pilares una ley de punto final que impide juzgar a los máximos responsables de los crímenes del franquismo».
A su juicio, «81 años después la simbología franquista sigue presente en nuestras calles y sigue sin esclarecerse la verdad», han censurado, además de exigir que se destinen recursos públicos «para completar la fotografía de la represión y hacer un censo preciso de las consecuencias de la guerra y la dictadura».
Su reclamación se extiende a la señalización y cuidado de aquellos lugares «con especial significado para las víctimas de la represión» y «reparación para todas las víctimas», así como una reivindicación de justicia a través de querellas por crímenes de lesa humanidad presentadas por instituciones públicas.