Jose Manuel CASTILLO

La crisis obliga a un cuarto de la población a reducir el gasto básico

Una de cada cuatro personas sigue en situación de necesidad por el impacto de la recesión global. La mayoría de la población de la CAV, un 74%, no cree que se haya superado aún la crisis económica que comenzó en 2008. Son algunos de los datos que arroja el último Deustobarómetro.

Pese al crecimiento macroeconómico, los datos demuestran que la brecha abierta durante la crisis entre distintas clases sociales está lejos de reducirse. En estos momentos, lejos de la imagen de un «oasis vasco», uno de cada cuatro habitantes de la CAV se ve obligado a reducir el gasto en necesidades básicas. Concretamente, el 25% ha reducido en los últimos años el gasto en ropa y calzado que realmente necesita. Cifra muy parecida, el 24%, ha recortado los gastos en alimentación básica. No menos preocupante es la cifra del 22% de ciudadanas y ciudadanos que admite haber descuidado su salud bucal, dejando de lado la visita al dentista, con tal de mantener unos mayores ahorros y hacer frente a la precaria situación económica.

Estos son algunos de los muchos datos que arrojó el Deustobarómetro Social, estudio semestral de la Universidad de Deusto, que fue publicado el pasado junio. El trabajo de campo se efectuó entre el 1 y el 12 de junio mediante 1.006 encuestas a personas mayores de edad de distintos sexos, grupos de edad y clases sociales.

Según esta encuesta, un 74% de los ciudadanos cree que la crisis que estalló en 2008 no ha terminado y que se cronifican las situaciones de necesidad. Pese a esto, resulta llamativo que un 38% diga que percibe cierta recuperación, calificando la situación económica de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa como «buena» o «muy buena». En cuanto a la proyección de futuro, la mayoría opina que la situación económica seguirá igual en los próximos seis meses.

Principales preocupaciones

La principal preocupación de los habitantes de la CAV sigue siendo el paro: hasta un 45% de la población consultada señala el empleo como su principal preocupación. Le sigue muy de cerca, con un 41%, la situación del mercado laboral. Los recortes sufridos en los distintos servicios públicos durante el periodo de mayor recesión económica ocupan el tercer puesto en esta clasificación, que aparece completa en el gráfico anexo.

Crece notablemente el número de ciudadanos que percibe la inmigración como unos de los principales problemas. Ocupa el quinto lugar en la lista mencionada, con un 20%, pero con respecto al anterior Deustobarómetro, el que se hizo público en diciembre de 2016, el índice ha subido seis puntos; es decir, a finales del pasado año era un 14% de la población la que percibía la inmigración como una de las cuestiones más preocupantes.

También ha aumentado el porcentaje de ciudadanos y ciudadanas que no considera «justo» que se extienda a todas las personas inmigrantes la cobertura de servicios públicos básicos –como son la sanidad, la educación o los servicios sociales– en igualdad de condiciones que «el resto» de la población.

Cabe remarcar que el 51% apoya incrementar el gasto social para atender a los más desfavorecidos, incluso, si fuera necesario, subiendo los impuestos a las rentas medias y altas.

Dentro del marco de los servicios públicos, las políticas institucionales que más valoran los ciudadanos son la atención sanitaria de Osakidetza y el transporte público, con una nota sobre 10 de 6,5 y 6,4, respectivamente. Por el contrario, la gestión de las pensiones, las políticas de vivienda y el servicio de empleo de Lanbide son las que peor calificación ciudadana obtienen.

En cuanto a la confianza que los ciudadanos otorgan a las distintas instituciones y organizaciones, las que mejor nota obtienen en esta encuestan son, por este orden, las pequeñas empresas, la universidad y la Ertzaintza; son las únicas que consiguen el aprobado. Mientras, el Gobierno español, la Iglesia católica y la monarquía son las instituciones peor valoradas por los habitantes de los tres herrialdes, ya que ninguna de las tres llega a superar el 2,5 de nota media.

Sindicatos fuertes

La «recuperación económica» tampoco se hace notar en el ámbito laboral. Teniendo en cuenta los datos que arroja la encuesta, la mayoría de trabajadores no percibe ninguna mejora de los salarios, ni de la carga de trabajo, ni de la capacidad de reclamar mejoras en sus condiciones laborales. Es más, el 39,1% señala que la carga de trabajo ha empeorado durante los últimos meses y un 28,9% afirma que la capacidad para negociar mejoras laborales ha empeorado.

La situación de desesperanza es generalizada entre gran parte de las personas que se encuentran en paro. El 62% de los ciudadanos que está en el paro considera «nada o poco probable» que pueda encontrar trabajo en los próximos seis meses. Por su parte, el 74% de los trabajadores con empleo cree «poco o nada probable» que vaya a perder su actual puesto de trabajo en ese plazo.

Debido a la situación laboral anteriormente descrita y, en un contexto marcado por los reiterados ataques a los sindicatos abertzales dirigidos desde el Gobierno de Lakua, la mayoría de ciudadanos, concretamente el 73%, considera necesario contar con sindicatos «fuertes» para proteger sus condiciones laborales y sus salarios.