Orsetta BELLANI

La guerrilla empieza su transformación en partido

La guerrilla de las FARC podrá reconfigurar el panorama de la izquierda colombiana. La nueva formación deberá de revertir la imagen que la población colombiana tiene de ella y demostrar a sus bases que no será sólo un partido para los comandantes.

Las FARC-EP, el glorioso movimiento armado revolucionario nacido el 27 de mayo de 1964, nos trasformaremos a partir de este evento en una nueva organización exclusivamente política, que ejercerá su actividad por medios legales», afirmó el domingo en Bogotá el comandante en jefe de la guerrilla marxista Rodrigo Londoño, alias Timochenko, desde el escenario del centro de convenciones donde los partidos políticos suelen llevar a cabo sus congresos. «Celebramos este congreso públicamente y en la capital del país, una victoria real impensable años atrás. La paz tendrá que ser una realidad cierta en Colombia, una hermosa tarea nos espera», agregó.

Los aplausos atronan en el auditorio durante la inauguración del congreso constitutivo del partido político de las FARC. Los más de mil delegadas y delegados nombrados en las veintiséis Zonas Veredales de Capacitación y Normalización donde la guerrilla se concentró tras firmar un acuerdo de paz con el gobierno, tras haber dejado los territorios bajo su influencia y haber completado, al final de junio, la entrega de sus armas, se ponen en pie. Abandonaron sus uniformes por vaqueros y camisetas, pero siguen cantando con la mano en el corazón el himno de la organización guerrillera.

«Cuántas veces en las selvas colombianas nos reunimos juntos a cantar este himno que nos llena de orgullo, cuántas veces en la clandestinidad de las ciudades también nuestros camaradas estuvieron allí entonando este himno. Hoy, aquí, en este lugar, lo entonamos públicamente», afirma Manuel Bolívar, un joven elegante al que es difícil imaginar combatiendo en la montaña y que ejerce de presentador del evento.

En el acto inaugural participaron invitados nacionales e internacionales, y entre los mensajes destacó el vídeo enviado por Pablo Beltrán, líder del Ejército Liberación Nacional (ELN), guerrilla que también ha abierto una mesa de negociación con el Gobierno colombiano y que en el pasado llegó a enfrentarse abiertamente con las FARC. Beltrán dio la bienvenida al nuevo partido, subrayando la necesidad de la militancia en tiempos difíciles.

Llamó la atención la ausencia de representantes de algunos países garantes y acompañantes del proceso de paz (Noruega, Venezuela y Chile) y del mismo Gobierno de Bogotá, ya que la creación de este nuevo partido es una paso fundamental en la implementación de los acuerdos de paz que el mismo Ejecutivo impulsó.

«Hoy es un día fabuloso, es una alegría muy grande ver a la cantidad de camaradas que desde distintas partes del país están llegando a Bogotá. Es un sueño hecho realidad ver a tantos compañeros que salieron vivos de la guerra y que siguen trabajando para este país. Uno se siente haciendo parte de la historia», afirma el excombatiente Leonardo Ilich Rojas, mientras espera el arranque del congreso. «Nosotros siempre, desde la creación de las FARC, hemos luchado por la paz, el elemento de la guerra nos tocó asumirlo como revolucionarios por la imposición del terrorismo de Estado sobre nosotros. Seguiremos siendo un partido comunista, nuestra línea bolivariana es parte constitutiva de nuestros elementos ideológicos», asegura.

A pesar de que las FARC afirman que siguen luchando por «la construcción de una sociedad alternativa al orden capitalista vigente», muchos creen que con la firma de los Acuerdos de Paz –que prevén que las FARC tendrán diez curules asegurados en el Congreso pese a la cantidad de votos obtenidos–, la guerrilla marxista-leninista está en realidad aceptando al modelo capitalista que siempre rechazó.

Ideales y principios

«Lo que decidimos al firmar el acuerdo es que íbamos a mantener nuestros ideales y principios, pero ahora vamos a luchar por ellos desde la política legal. Tuvimos que llegar a la conclusión de que así como no nos derrotaron, y este se puede considerar un triunfo, tampoco fuimos capaces de derrotarlos», explica en una entrevista Marco León Calarcá, responsable FARC-EP en la Comisión del Mecanismo de Monitoreo y Verificación del acuerdo de cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, y la dejación de las armas.

«Podríamos haber mantenido la guerra durante otros 50 años pero la perspectiva era muertos, violencia, sufrimiento y nada de transformaciones sociales que es la razón de nuestra existencia. A partir de la conformación de este partido, ya frente al escenario electoral del próximo año nuestra propuesta es una gran convergencia nacional que tenga como objetivo la implementación del acuerdo. No aspiramos a liderar, sino que queremos hacer parte de una construcción social colectiva», sostiene.

Otra inquietud sobre la entrada en política de las FARC-EP que se percibe en algunos guerrilleros es que este nuevo partido represente la «jubilación de los comandantes», que no sea capaz de involucrar y hacerse portador de las instancias de las bases de la organización, como ya ha pasado en otros procesos de desmovilización en Colombia. Además, se teme que la nueva formación política pueda acabar siendo un «nido de clientelismo y corrupción a la par de los demás partidos políticos».

Durante toda la semana el congreso constituyente de este nuevo partido, que va a reconfigurar el panorama de la izquierda colombiana, debatirá a puerta cerradas su futuro, su directorio, sus propuestas políticas. Parece que el partido seguirá llamándose FARC, que probablemente se convertirá en el acrónimo de Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia. Inicialmente parecía que la nueva formación no presentaría un candidato para las presidenciales de 2018, pero el discurso de Londoño durante la inauguración del congreso sugiere que podría ocurrir lo contrario. Además, se vislumbra la posibilidad de que suceda lo que muchos colombianos temen: que los miembros del Secretariado Nacional que tienen varias condenas y órdenes de captura aparezcan en las listas del partido para el Congreso.

La tarea más difícil de las nuevas FARC será conquistar a una población que, de acuerdo con una encuesta de Invamer, en su gran mayoría no las quiere, ya que recoge que el 83% tiene una imagen negativa de la guerrilla, en parte debido a la propaganda mediática derechista y en parte a sus propias acciones armadas y al reclutamiento de menores, lo que se habría visibilizado en el resultado del plebiscito de octubre de 2016.

«Si van a hacer un partido comunista al viejo estilo y cerrado van a tener una presencia muy limitada en el país, pero si, como dijo Timochenko el domingo, van a hacer un partido amplio mirando hacia el futuro pueden tener un espacio para sus propuestas», señala la periodista colombiana Marta Ruiz en la revista “Semana”, al evidenciar cómo la nueva agrupación podría aprovechar de la gran crisis de credibilidad de la política y de los partidos tradicionales.

 

Sortu respalda los esfuerzos por una paz con justicia social

Una delegación de Sortu participará en el Congreso Nacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), que se celebra desde este domingo en Bogotá bajo el lema «Gobierno de transición para la reconciliación y la paz», para mostrar una vez más el apoyo del partido abertzale a «a los esfuerzos por alcanzar una paz con justicia social para Colombia».

Los dirigentes de Sortu Urko Aiartza y Rufi Etxeberria acudirán como invitados a esta cita que dará paso a la transformación de las FARC-EP en un partido político legal, en el marco de los Acuerdos de Paz. Los miembros de Sortu, que llegarán hoy a la capital colombiana, tomarán parte en la Ceremonia Principal del Congreso, el acto de clausura, que tendrá lugar el próximo viernes 1 de setiembre.

En el congreso fundacional de las FARC-EP como partido político están tomando parte más de un millar de delegados que han sido elegidos democráticamente en las distintas asambleas guerrilleras y entre los que se encuentran 61 integrantes del Estado Mayor Central de la guerrilla. GARA