NAIZ
NUEVA YORK

EEUU quiere que la ONU apruebe el próximo lunes nuevas sanciones contra Corea del Norte

Estados Unidos ha anunciado hoy que distribuirá un borrador de resolución con nuevas sanciones contra Corea del Norte por sus ensayos nucleares y ha mostrado su deseo de que el proyecto se vote el próximo lunes.

La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley. (Stephanie KEITH/AFP PHOTO)
La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley. (Stephanie KEITH/AFP PHOTO)

El anuncio ha sido hecho por la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, al cierre de una reunión del urgencia del Consejo de Seguridad tras la prueba nuclear que llevó a cabo este domingo el Gobierno de Pyongyang.

Haley no ha precisado qué incluiría ese borrador de resolución, pero ha resaltado la necesidad de que se cierren las negociaciones previas durante esta semana para que el texto pueda ser votado el lunes.

La embajadora estadounidense ha expresado la urgencia de avanzar en este tema teniendo en cuenta informes que dan cuenta de que el Gobiernoi de Pyongyang tiene intención de efectuar en las próximas horas un nuevo ensayo balístico.

Haley ha dicho que con estas medidas, Corea del Norte «está abofeteando en la cara» a la comunidad internacional, que viene pidiendo al Gobierno de Pyongyang que cese en las pruebas nucleares y balísticas que inició en 2006.

La posibilidad de que se aprueben nuevas sanciones contra Corea del Norte ha sido anunciada por varios embajadores antes de que entraran a la reunión de hoy del Consejo de Seguridad, como parte de la respuesta «firme» que se está requiriendo ante estas tensiones.

El embajador japonés ante la ONU, Koro Bessho, a la salida de la reunión, también se ha inclinado por que haya una «resolución fuerte» de Naciones Unidas ante este nuevo ensayo nuclear, y que se apruebe «muy rápidamente».

Seúl pide medidas más duras

En este sentido, el embajador de Corea del Sur, Cho Tae-yul, que fue invitado a la reunión, defendió «medidas mucho más duras, en correspondencia con la magnitud y la gravedad de la prueba», y que fuercen a Pyongyang a volver al diálogo.

Según Cho, el nuevo paquete debe incluir medidas «hirientes y robustas como limitar la provisión de crudo y productos de petróleo» a Corea del Norte, más allá de cortar los fondos potencialmente destinados al desarrollo de armas de destrucción masiva.

Su homólogo británico, Matthew Rycroft, señaló antes de la cita que había «más sectores de la economía que pueden ser sancionados» y se puede hacer más para «evitar que el régimen de Corea del Norte explote a trabajadores» que viajan a otros países.

El 5 de agosto, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución más severa contra el país y vetó sus exportaciones de carbón, hierro, plomo, pescados y mariscos, entre otras medidas, pero hoy Haley abogó por dar otro paso y aplicar sanciones «lo más fuertes posible».

Asimismo, dijo que Estados Unidos considerará a los países que hagan negocios con Corea del Norte entes que «prestan ayuda a las temerarias y peligrosas intenciones nucleares» de Pyongyang, una idea similar a la expresada por el presidente, Donald Trump, que evalúa suspender el comercio con ellos.

Haley suscribió también las palabras del jefe del Pentágono, James Mattis, quien aseguró que Estados Unidos desplegaría una «gran respuesta militar» ante Corea del Norte ante «cualquier amenaza» que haga al país o sus aliados.

Reticencias de Rusia y China

La perspectiva de una nueva resolución fue recibida con prudencia por Rusia, cuyo embajador ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo a los periodistas al término de la reunión que «habrá que ver lo que contiene» el borrador, pero se mostró escéptico sobre la eficacia de las sanciones.

«Las resoluciones enfocadas solo en sancionar a Corea del Norte no han funcionado muy bien anteriormente», indicó el diplomático, quien apostó por soluciones "diplomáticas y políticas" sobre las militares.

Durante la reunión, China, que junto a Rusia tiene derecho de veto en las votaciones del Consejo de Seguridad, pidió también evitar una escalada de tensiones en la península coreana y su embajador, Liu Jieyl, aseguró que «nunca permitirá el caos y la guerra» en el área.