Responsables de este servicio han presentado este lunes, en una rueda de prensa, el balance de actividad del pasado curso. Este espacio se inauguró el 17 de noviembre de 1997 y, desde entonces, ha atendido a 10.331 familias.

Por lo que respecta al último año, se ha atendido a 903 familias y el 44% de las consultas están relacionadas, según han explicado sus responsables, a las «malas prácticas» de Lanbide en materias como «incumplimientos de la normativa que rige el acceso a las prestaciones gestionadas» por el Servicio Vasco de Empleo. Un 31% de las consultas se refieren a las Ayudas Económicas Municipales y problemas relacionados con el impago de alquileres e hipotecas.

En función de los datos recogidos en la oficina, un 36% de las familias atendidas tenían un empleo «precario», el 39% estaban desempleadas, de ellas un 18% paradas de larga duración, y el 25% eran pensionistas.

Desde Berri-Otxoak han destacado que la tasa de desempleo en el municipio es del 16% y que el 71% de las personas en paro no perciben ningún tipo de ingreso, subsidio o prestación. En este contexto, han advertido de que unas 22.000 personas tienen empleos precarios. De este modo, han alertado que «el 15,3% de los hogares de la localidad sufren situaciones de pobreza».

El colectivo ha denunciado que, pese a «estas situaciones de emergencia social», el equipo de Gobierno «aprueba unos presupuestos que congelan, por quinto año consecutivo, la partida destinada a las Ayudas Económicas Municipales, 960.00 euros».

A ello, ha añadido, se suma la decisión de suprimir el Servicio de Urgencias Sociales, además de «recortar las ayudas a las familias para hacer frente a sus necesidades básicas», como vivienda, alimentación, vestuario, atención sanitaria y educación.