Alderdi Eguna en Foronda con miles y miles de seguidores jeltzales pero con más claros en las campas que en ediciones anteriores. Y Catalunya omnipresente, tanto en los discursos como en el ambiente general. No quedó espacio para la duda. El PNV, a través del presidente del EBB, Andoni Ortuzar, mostró su total solidaridad con «las instituciones catalanas y con las personas que están sufriendo las detenciones y prohibiciones de estos últimos días», y calificó de «barbaridad democrática y torpeza política» la respuesta del Estado. El lehendakari, Iñigo Urkullu, también criticó al Gobierno español, al tiempo que defendió que «la solución es el referéndum legal y pactado», pero no llegó a dar el paso de solidarizarse con los afectados.

Pero si contundente fue la respuesta de Andoni Ortuzar en la cuestión catalana, no lo fue menos con quienes le han acusado de «ponerse de perfil» en este tema («si yo abulto lo mismo de perfil que de frente», bromeó). Y ahí se lanzó contra «Txiki Muñoz y su eco, Arnaldo Otegi», que «siempre dice lo mismo que Muñoz pero un poco más tarde». Luego alegró a la parroquia diciendo que «Arnaldo y Adolfo» tienen «nombre de artistas», que a él le recuerdan a «Tip y Coll», «aquellos que hablaban en serio y todo nos lo tomábamos a broma. Con estos pasa igual. Ellos parece que hablan en serio pero las cosas que nos dicen nos suenan a chiste. Que sigan diciendo lo que quieran. Que sigan insultándonos, que sigan diciendo las lindezas que nos dicen».

Según el presidente del EBB, al secretario general de ELA y al coordinador general de EH Bildu «no se les ocurre mejor idea para supuestamente apoyar a Catalunya que zumbar al PNV. Raya ya lo enfermizo esa fijación con atacar al PNV. Da igual lo que haya que mezclar, que manipular, que mentir».

Al presidente del EBB no le gusta que le pidan que rompa con el PP, porque asegura que no tienen ningún otro acuerdo que el de los presupuestos de 2017. Acuerdo que defendió e incluso dejó caer que ha sido la razón por la que se ha cerrado la central nuclear de Garoña.

En todo caso, Andoni Ortuzar no empleó ninguna línea de su discurso, ni cuando habló explícitamente de Catalunya, ni cuando se refirió a su relación con el PP, para hablar de si el PNV apoyará o no los próximos Presupuestos Generales del Estado, que el Ejecutivo de Rajoy debe aprobar en el Consejo de Ministros del viernes.

Quizá sirva de pista la declaración del presidente del EBB de que ELA y EH Bildu pretenden «incapacitarnos para hacer política, quieren que no tengamos margen de maniobra, quieren forzarnos a elegir entre ellos o el PP». A lo que respondió que «ni con unos ni con otros: nosotros con Euskadi y ahora con Catalunya. Insisto, es la hora de hacer política, política con mayúsculas, y el PNV va a estar ahí».

«Otoño-invierno caliente»

Andoni Ortuzar dejó de momento el tema avisando de que «quieren hacer antagónicas la vía vasca y la vía catalana. No lo van a conseguir. No nos vamos a dejar enredar. Nosotros siempre de frente. De frente y a cara descubierta, toda la vida hemos ido así. Ellos no pueden decir lo mismo».

Pero tras recordar el primer Alderdi Eguna de 1977 en Aralar, donde mostraron el músculo del partido frente a quienes los tachaban de «burgueses, pusilánimes y autonomistas», el presidente del EBB no tardó en volver a los «nuevos iluminados, parecidos a los que estaban hace cuarenta años –algunos son los mismos– que también quieren quitarnos de en medio».

Aseguró Andoni Ortuzar que «quieren agitarnos las aguas, quieren crispar artificialmente el país. Los mismos que nos exigen que hay que iniciar un proceso unilateral soberanista nos están preparando un otoño-invierno caliente. Van a utilizar lo sindical para hacer política».

Entrando en un campo de comparaciones escabrosas, Ortuzar dijo que «antes tenían una dinámica político-militar, ahora es político-sindical». Y advirtió de que «no vamos a permitir que nos desestabilicen el país. En esto tampoco nos van a encontrar de perfil. Nos van a tener de frente, y que lo sepan desde ahora».

Y, sin enredarse, el PNV irá por la vía vasca que, según Ortuzar, el lehendakari «definió con precisión, realismo y ambición», y que resumió en «Euskadi, nación europea en un Estado confederal. Una opción que conjuga soberanía vasca, capacidad de decidir, pacto y bilateralidad».

«Bilateralidad de igual a igual»

También el lehendakari volvió en su discurso al concepto de bilateralidad, pero ayer añadió que debe darse «de igual a igual». Y también confesó ser consciente de que «el uso y el abuso unilateral de las leyes» por parte del Estado «ha destruido la bilateralidad durante años». Pero frente a ello, Iñigo Urkullu afirmó que también sabe que «este pueblo es tenaz».

Los discursos acabaron con gritos de «Gora Euskadi askatuta!» y el himno dio paso de la jornada política a la festiva.