Joseba VIVANCO

Córdoba dio la de cal, Kepa y su defensa la de la arena

El conjunto rojiblanco mejoró su imagen con respecto a anteriores partidos pero acabó lastrado por los errores defensivos, en un día en el que el joven Iñigo Córdoba se graduó en Primera con un partido sobresaliente. El Athletic mereció más.

VALENCIA 3

ATHLETIC 2

 

«En cuanto podáis, dadle el balón a George Best». Así de sencilla era la táctica del mítico escocés Sir Matt Busby. Ayer tarde, en Mestalla, sobre todo en una segunda mitad en la que los rojiblancos sacaron a relucir ese carácter de no darse nunca por vencidos, la táctica del Athletic fue la de darle el balón a Iñigo Córdoba. El cachorro de Leioa, meses atrás, apenas tenía confianza en hacer la pretemporada con el primer equipo. Es así. Y su inclusión con los ‘mayores’ para afrontar el verano europeo fue una sorpresa para él y para su entorno cercano. Pero el chaval ha sabido aprovechar los minutos de confianza que Ziganda ha depositado en él, incluso su nombre ha sido el primero en salir a la palestra tras la grave lesión de Muniain. Y en Valencia se ganó, al menos, un puesto en esa pole para suplir al navarro.

Él fue la cal de un Athletic que demostró lo que es y lo que debe ser. Un Athletic cuyo mejor carácter lo ilustró un jugador de raza como Raúl García, con ese puño tan cerrado tras anotar el 3-2 que la circulación sanguínea no le llegaba a las yemas de los dedos. Gesto de rabia. De se puede. Y casi se pudo. Sobre todo si a ese taconazo de Balenziaga al filo del pitido final, tras jugada de habilidad y casta de Córdoba, le hubiese llegado el soplo unánime de cada athleticzale desde casa o la taberna. Lástima porque el Athletic lo mereció. Sí, lo mereció, por esos veinte primeros de la primera mitad en que fue ordenado, solvente, serio, y el arranque de carácter de la segunda en la que mereció más.

Córdoba dio la de cal, pero Kepa la de arena. Midió mal en dos salidas que costaron sendos goles. La primera significó el 2-0 desde los once metros; la segundo casi certifica la defunción de los suyos. Kepa también es humano, lo malo es que lo demostró quizá en el peor día. En el día de reivindicarse o morir. Ante un Valencia enrachado. Y el partido, encarado por Kuko Ziganda con ocho cambios con respecto al jueves, pero solo dos –y uno obligado el de Muniain– si tomamos como referencia La Rosaleda, donde el navarro sorprendió con un ‘trivote’ con Vesga e Iturraspe por delante de San José. Funcionó a medias; sí quizá en el control de la medular, en el robo de balón, en la presión al rival, pero sin proyección ofensiva de la que se adoleció en un primer tiempo en el que el Athletic mandaba sobre la pelota y en siete minutos el Valencia se puso con un 2-0 arriba.

Dos goles en balones largos

Fue un visto y no visto, aunque lo cierto es que tras veinte minutos de dominio bilbaino en Mestalla, con un chut de Susaeta que sacó Neto y un par de buenas llegadas por banda de Córdoba y Balenziaga, los chés pasaron a equilibrar la posesión, avisaron son sendos remates de Gayá y Guedes, hasta que llegó el primer tanto. Lekue que se le va el control del balón en la salida, la pierde, la defensa en cueros y el centro lateral lo rubrica Zaza al que Balenziaga le había perdido de vista. Siete minutos después, salida en falso de Kepa, penalti sobre Rodrigo y segundo a la olla valencianista. Para hacérselo mirar.

Minutos de zozobra en el seno de la nave bilbaina que, no obstante, salió a flote con un balón a la madera tras rechazar Neto el disparo de Vesga y un chut escorado de Williams que el guardameta local volvió a interceptar.

El Athletic se iba al descanso con la sensación de que a perro flaco todo eran pulgas. Y en la segunda mitad se iba a ratificar. Antes, Aduriz, que salió por San José, dejó su huella indeleble en la Liga con otro golazo de ‘9’, posición ganada, control de prestidigitador y a la media vuelta enfila las redes. Ziganda quemaba naves y daba entrada a Raúl García por un Williams de más a menos. Pero iba a ser Núñez el que tuviera el empate con un pésimo cabezazo que se fue groseramente fuera cuando llevaba el matasellos de dentro. Y del casi 2-2, al 3-2, calcado al del penalti. Dos balones frontales en largo, sendas peinadas y lo dicho, gol. Vergüenzas defensivas impropias de un equipo como el Athletic que luego el propio Ziganda se encargó de lamentar.

Otra vez el equipo tocado. A punto del 4-1 que salvó Laporte en la línea de meta, el Valencia que lo ve ganado y el Athletic que se envalentona, enrabietado, capaz de reducir distancias con el 3-2 de Raúl García e incluso de igualar el propio navarro tras la enésima arrancada por banda de Córdoba, que ayer se graduó en Primera. Incluso Laporte mandó un cabezazo al larguero y Balenziaga tuvo ese taconazo que se negó a entrar.

El Athletic perdió. Pero vio la luz al final del túnel. No suma. O sí. Después del parón se verá. Pero este es el camino. Endavant!

 

Kuko: «Defensivamente hay que mejorar»

Kuko Ziganda no se anduvo con miramientos a la hora de enjuiciar el partido. «El fútbol son resultados y buscamos resultados, hacemos una valoración objetiva y vemos dónde hemos fallado, porque defensivamente hemos estado muy flojos; los dos primeros goles han sido demasiado fáciles para ser Primera. Pero a otras cosas nos podemos agarrar. Quiero ser positivo y queremos ver cosas a donde agarrarnos, y las hay, por eso voy a incidir en ellas. La propuesta del equipo, el orgullo, no rendirse... Pero en Primera defensivamente tenemos que mejorar, si no es difícil. Hemos tenido errores graves defensivos», lamentó. Aclaró que para él «el desarrollo del partido ha sido parecido con Adu y Raúl, aunque hayamos tenido más ocasiones. Las llegadas antes también eran nuestras. Hemos tenido momento malo tras el 2-0, pero hemos acabado en su portería». Reiteró que «se puede confiar en estos jugadores y tenemos muchas cosas para hacer buenas, pero evidentemente tenemos que ganar y sobre todo ser más fuertes defensivamente». Sobre el ‘trivote’, «quería cambiar algo, nos estabamos partiendo, nos falta control de juego y eso buscábamos, estar más juntos, tener más control. Pero si sacan del portero te peinan y hacen gol...» J.V.

 

El bus rojiblanco, recibido al grito de «puto vasco»

El autobús rojiblanco fue recibido a su llegada a Mestalla con cánticos insultantes como el de «¡Puto vasco el que no bote es!», acompañando, además, la entrada de los jugadores desde el autocar al estadio con el grito al unísono de «¡Que viva España!».

 

Córdoba quiere al Athletic de la segunda mitad

Kepa fue protagonista negativo. «Negativo balance, que se ha decidido por errores y al final sensación de jodidos. En Primera los errores se pagan caros y hoy los hemos cometido. Me he precipitado en la salida del tercero, no he estado afortunado. Sería ventajista decir que ha sido por la renovación. No nos queda otra que juntarnos y tirar adelante», valoró.