EH Bildu propone la creación de una República Confederal de Euskal Herria, formada por las tres realidades administrativas que forman la nación vasca, la CAV, Nafarroa e Ipar Euskal Herria. Así lo recoge la resolución ‘La soberanía de Euskal Herria’ aprobada hoy en la conferencia política de la coalición, que aboga por la confederalidad «por razones pragmáticas, por principio de realidad, con la idea de que el proceso va a resultar más sencillo partiendo de los tres ámbitos institucionales actuales». Y por razones democráticas, ya que «la estrategia confederal deja en manos de la mayoría de la ciudadanía el estatus de cada ámbito, así como la decisión de unirse con los demás ámbitos y crear la República Confederal Vasca».

Para lograr ese objetivo, EH Bildu considera necesario replantear las relaciones con el Estado español en Hego Euskal Herria. En el caso de Nafarroa, el objetivo pasa por «respirar el estatus político que le confiera naturaleza de Estado». Para ello, propone crear una ponencia en torno a las relaciones entre Nafarroa y el Estado español en el Parlamento navarro, y abrir un debate social. Esta idea guarda ciertas similitudes con la vía propuesta para que «la ciudadanía vasca de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa opte por la creación de un Estado propio basado en la democracia participativa y la justicia social».

En el caso de la CAV, EH Bildu propone consensuar las bases para un nuevo estatus político en la Ponencia de Autogobierno de la Cámara de Gasteiz. «Junto con ello, el Gobierno de la CAV debería promover una amplio debate social. A caballo entre esos dos marcos, debería formarse la ‘Mesa general para el cuarto’, ofreciendo garantías a todo el proceso», recoge la resolución, en la que se advierte de que «los resultados de este debate será el pilar de un texto articulado para el nuevo estatus», que debería ser redactado por una comisión, aprobado por el Pleno y ratificado por la ciudadanía gracias a una consulta habilitante.

Después el texto se llevaría a Madrid, donde los políticos vascos podrían encontrar dos escenarios: que el Estado español respete lo acordado por la ciudadanía y las instituciones de la CAV, o que no que no lo haga. Si fuera así, EH Bildu cree que «deberíamos concretar y acordar el recorrido propio para recuperar la soberanía entre las formaciones, sindicatos y agentes sociales de la CAV». Una idea defendido por su coordinador general, Arnaldo Otegi, que ha hecho hincapié en la el impulso de un «liderazgo compartido» para construir un Estado «más democrático y más justo».

A su juicio, es el momento de impulsar la creación de una Estado vasco confederal. Ahora que Catalunya ha planteado «una moción de censura al Régimen de 1978». En este sentido, Otegi ha remarcado que la situación actual no se soluciona cambiando a personas o a partidos, porque el problema es la vigencia de un «Remiendo fe naturaleza antidemocrática», que «no tiene estrategia y emplea el miedo, el chantaje y la fuerza». «No tiene oferta política, y recurre a la fuerza y a las amenazas», ha subrayado tras censurar la vigencia del autonomismo, un sistema que «que impone a vascos y vascas las decisiones que toman otros por nosotros».

A este respecto, ha remarcado que el nacionalismo excluyente es el que «se impuso en la Constitución de 1978, que dice que solo hay una nación». «Ese modelo se ha acabado, y lo que plantea EH Bildu es iniciar un ejercicio de soberanía popular», ha señalado tras invitar a la «izquierda española que se dice nueva» a sumarse a los procesos constituyentes de Catalunya y Euskal Herria. También se ha dirigido al lehendakari, Inigo Urkullu, al que ha recordado que Catalunya «no necesita mediadores dentro del Estado español. Necesita cómplices y aliados que le ayuden».

Cabe señalar que en la conferencia política se ha aprobado otra resolución en la que se expresa el apoyo al proceso emprendido por la sociedad catalana. «Nuestra solidaridad es total y en la medida que compartimos el marco político que nos niega el derecho a decidir que nos corresponde como pueblo, subrayamos que en Catalunya están en juego nuestra libertad y nuestro futuro».