Aunque no lo ha citado expresamente, Felipe de Borbón ha apoyado la aplicación del artículo 155 de la Constitución española al afirmar que Catalunya «es y será una parte esencial de España», cuyas «legítimas instituciones democráticas», ha dicho, resolverán el «inaceptable intento de secesión» dentro del «respeto» a la Carta Magna.
El monarca ha pronunciado su discurso en presencia del jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y de las tres máximas autoridades de la UE, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Eurocámara, Antonio Tajani, que han recogido el Premio a la Concordia concedido a la UE. «Simboliza, el compromiso, el apoyo y la solidaridad de las instituciones europeas con España, con nuestro sistema constitucional y con nuestro Estado Social y Democrático de Derecho», ha argumentado.
«Ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática. Ningún proyecto de progreso y libertad se sustenta en la desafección, ni en la división, siempre dolorosa y desgarradora de la sociedad, de las familias y de los amigos. Y ningún proyecto puede conducir al aislamiento o al empobrecimiento de un pueblo», ha indicado Felipe de Borbón, en clara alusión a Catalunya.
La intervención del jefe del Estado español ha sido la primera desde el mensaje extraordinario que pronunció el pasado 3 de octubre, dos días después del referéndum, y llega en víspera de que el Gobierno de Mariano Rajoy apruebe la aplicación del artículo 155.
«Inaceptable intento de secesión»
«España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional y lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas, dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria», ha proclamado el rey español.
Ha afirmado asimismo que «la España del siglo XXI, de la que Catalunya es y será una parte esencial, debe basarse en una suma leal y solidaria de esfuerzos, de sentimientos, de afectos y de proyectos», que siga «alimentando» la «vocación universal» del Estado y el «legítimo orgullo de pertenecer a la gran realidad democrática que es Europa».
El jefe de Estado se ha referido, además, «nuestra decisión soberana» de «convivir juntos en democracia», compartiendo «éxitos y fracasos, triunfos y sacrificios». «No lo podemos olvidar. Como no queremos ni podemos renunciar a lo que juntos hemos construido, sumando las aportaciones de todos, que constituye un valiosísimo legado que a todos y cada uno nos pertenece por igual», ha enfatizado.
Y ha añadido que ello «ha sido posible gracias a una España cimentada en el deseo sincero de convivencia y de entendimiento», pero también «en el respeto de las normas y de las reglas de la democracia» y «en reconocer con grandeza y generosidad los errores del pasado para no caer de nuevo en ellos».