Presidente de la República ayer proclamada bajo la legalidad catalana, y cesado de la presidencia de la comunidad autónoma bajo la legalidad española, Carles Puigdemont ha pronunciado este mediodía una concisa declaración institucional que dará pie a numerosas interpretaciones, vistas algunas ambigüedades y la falta de concreción.
Queda claro, en cualquier caso, que no acepta el cese del Govern decretado por Rajoy: «La mejor manera para defender las conquistas logradas hasta hoy es la oposición democrática a la aplicación del artículo 155, que es la consumación de una agresión premeditada a la voluntad de los catalanes, que de manera muy mayoritaria y a lo largo de muchos años nos hemos sentido nación de Europa». Un guiño a Europa que casa con la ausencia de mención explícita a la República. Sí que ha señalado, en cualquier caso, que ayer fue «un día histórico, un día cargado de sentido democrático y de sentido cívico».
«El Parlament cumplió con aquello que los ciudadanos votaron el día 27 de setiembre, donde la mayoría surgida de las urnas encargó al Parlament la proclamación de la independencia», ha sido la forma en que el president se ha referido a la declaración.
Puigdemont ha recordado que «en una sociedad democrática son los parlamentos los que escogen o cesan los presidentes», por lo que ha recetado «paciencia, perseverancia y perspectiva» para seguir «trabajando para cumplir los mandatos democráticos y, al mismo tiempo, buscar la máxima estabilidad y tranquilidad».
También ha insistido en que la resistencia al 155 se dé «preservándonos de la represión y de las amenazas, haciéndolo sin abandonar nunca, nunca en la vida, en ningún momento, una conducta cívica y pacífica». «No tenemos ni queremos la razón de la fuerza, nosotros no, os lo pido convencido de que esta demanda es la que esperan todos, también fuera de nuestro país», ha añadido, en nuevo guiño a la comunidad internacional.
«Seguiremos trabajando para construir un país libre, para garantizar una sociedad que tenga menos injusticias, más igualdad, más solidaridad y más fraternidad con todos los pueblos del mundo, empezando por los pueblos de España con los cuales queremos vincularnos desde el respeto y el reconocimiento mutuos», ha sentenciado.