Santi Vila ha pagado esta mañana la fianza de 50.000 euros en la cuenta de consignaciones de la Audiencia Nacional, tras haber pasado la noche en la cárcel madrileña de Estremera junto a Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Carles Mundó y Joaquim Forn, para quienes la jueza Carmen Lamela dictó prisión incondicional. Meritxell Borràs y Dolors Bassa fueron encarceladas en Alcalá Meco.
A su salida de prisión, el exconseller se ha dirigido al presidente del Gobierno español, Maraino Rajoy, y a los presidentes del Congreso y Senado español y les ha pedido que «tomen cartas el asunto» porque cree que «este problema no puede resolverse en los tribunales, solo desde la politica».
Vila ha solicitado a todas las fuerzas políticas que «intercedan para poner fin a la situación que están viviendo en estos momentos los politicos encarcelados» y a poner fin a lo que ha denominado «una situación extrema».
Pau Molins, abogado de Vila, indicó que su cliente podría haber pagado la fianza ayer mismo por la tarde para evitar ingresar en la cárcel, pero el conseller prefirió pasar la noche entre rejas en solidaridad con los ocho consellers encarcelados.
En su declaración de ayer ante la juez de la Audiencia Nacional, Vila, que dimitió la víspera de que el Parlament proclamara la independencia, se desmarcó del resto de integrantes del Govern al comparecer con un abogado propio.
Vila fue el único que accedió a contestar a todas las partes, incluida la Fiscalía, mientras que el resto respondieron solo a las preguntas de sus defensas.