El PNV trata de mantener su equilibrio de intereses al caminar por la cuerda floja que une la negociación de los Presupuestos Generales del Estado con los del Gobierno de Lakua, pasando por el obstáculo de intervención de PP, PSOE y C’s en Catalunya. En Madrid no se puede pactar pero en la CAV sí. Por ahora. Y por ahora quiere decir que por ahora no se puede pactar en Madrid y que por ahora se pueden mantener acuerdos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Por un lado, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, insistió ayer en que en este momento, con la aplicación del 155 en Catalunya y «medio Govern en la cárcel», no «hay clima» para negociar los Presupuestos Generales del Estado con el Gobierno de Rajoy. En todo caso, Esteban aclaró que todo podía cambiar en los próximos meses. Esbozó que lo que ahora no es posible «si en el futuro, las cosas se van encauzando y se vuelve a una cierta normalidad, no lo sé».

Pero lo que el 155 y los encarcelamientos impide en Madrid no lo hace en la CAV, ni para buscar votos al presupuesto ni para tener un pacto de Gobierno con un partido que lo apoya. En declaraciones a Euskadi Irratia, el portavoz del PNV en el Parlamento, Joseba Egibar, dijo que para la aprobación de las cuentas autonómicas, la opción «más fácil y barata» es el PP que «aquí quiere tener notoriedad y Alfonso Alonso en eso es un artista y está como un ratoncito encima del queso».

Egibar y el pacto con el PSE

En relación a las coaliciones de gobierno del PNV con el PSE y el apoyo de este partido a la suspensión de la autonomía en Catalunya, Joseba Egibar dijo no ser partidario de «tomar decisiones en caliente», pero dejó caer que «la reflexión sobre el 155 y las decisiones a tomar en consecuencia ya llegarán».

Según el presidente del GBB y portavoz jeltzale en el Parlamento, el PSE mantiene «una postura crítica» sobre la aplicación del 155, pero a su entender «eso no excusa su responsabilidad». Hasta este momento, ningún otro portavoz oficial del PNV había hecho una reflexión pública en este sentido.

Joseba Egibar afirmó que «no soy partidario de tomar decisiones en caliente, pero nos da una perspectiva de cara al futuro. El PSOE debe ser consciente de lo que puede suponer ser el lazarillo del PP. Supone una escenario muy duro. Que el PP y el PSOE se unan en la aplicación del artículo 155 con una crisis del modelo de estado tan evidente, significa que, de cara al futuro, el derecho a decidir va a tener un camino muy corto por su parte, y eso nos pone en un escenario muy fuerte».

Peligro del que ya avisó Iriarte

Resulta llamativo que esta reflexión de Joseba Egibar sobre los límites que el 155 supone para las aspiraciones de autogobierno vascas, ya había sido expresada por EH Bildu. Su portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, repitió ayer en Radio Euskadi que «tenemos en el Gobierno Vasco a un partido [PSE] que cree que, llegado el momento, el Gobierno de España puede destituir al lehendakari o a todos los consejeros, o disolver el Parlamento y convocar elecciones cuando le dé la gana», como con el 155 se ha hecho en Catalunya.

EH Bildu sostiene que «no pueden estar en el Gobierno Vasco, en las diputaciones y los ayuntamientos aquellos que crean que Madrid deba tener la última palabra».

En este contexto, Maddalen Iriarte tendió la mano al PNV para llegar a un acuerdo sobre los presupuestos «en clave de país y de una manera muy seria». EH Bildu podría ofrecer a los jeltzales una estabilidad mayor en todas las instituciones que la que le da ahora el PSE.

En todo caso, junto al componente general, Maddalen Iriarte exigió una negociación seria sobre las bases económicas de las cuentas presentadas por el Gobierno de Lakua para 2018.

Lakua no quiere creer que Catalá hablara de más centralización

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, mostró el lunes en Bilbo sus dudas sobre si es momento de «ampliar el marco competencial» de las autonomías, y en concreto de la CAV, o «más bien» el de fortalecer los instrumentos de cooperación «que algún resultado disonante ha producido en los últimos años».

Preguntado ayer sobre esta afirmación del ministro, el portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, afirmó que quiere «suponer» que a Catalá «se le ha interpretado mal o no dijo lo que quería decir», ya que, en el caso de que, efectivamente, «dijera lo que pensaba, estaríamos ante un ministro de un gobierno que ha hecho santo y seña del cumplimiento de la Ley, pero que en lo que a Euskadi se refiere, preconiza su incumplimiento».

Lo que Rafael Catalá dijo está claro. No negó que haya competencias pendientes de transferir, pero aseguró que hay estudios de opinión ciudadana que reflejan que «lo que hay que hacer es coordinar más las políticas públicas esenciales e incluso volver a asumir» por el Gobierno español «algunas políticas que tuvieron sentido quizá en un momento inicial de consolidación del Estado de las autonomías».

Según la encuesta del CIS publicada ayer mismo, hay un eje central, que se mantiene en torno al 39% desde hace tiempo, que se muestra favorable a mantener la actual organización del Estado. Pero son más quienes apuestan por una recentralización (10,7%) incluso hasta suprimir las autonomías (17,5%), que quienes quieren ampliar las competencias (13,4%) o admitir incluso independencias (10,2%).

La respuesta del Gobierno de Lakua ha sido que transferir las competencias no es «ampliar el marco», sino cumplir lo ya acordado. Josu Erkoreka volvió a repetir que el Estatuto es una Ley Orgánica que décadas después de su aprobación sigue sin ser cumplida por sucesivos gobiernos españoles. I.I.