Los abogados de la defensa en el caso de Altsasu han comparecido en Madrid, donde han denunciado que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española «ha denegago la mayor parte de las pruebas solicitadas por las defensas» de los jóvenes. La rueda de prensa se ha llevado a cabo cuando se cumple un año desde la redada en la que detuvieron a ocho jóvenes.
Según han explicado, en un auto fechado el 27 de octubre, «ha admitido la práctica totalidad de las pruebas testificales, periciales y documentales» presentadas por el Ministerio Fiscal, mientras que «inadmite pruebas imprescindibles, pertinentes y necesarias» para la defensa.
Ante ello, han remarcado la «indefensión» que sufren los acusados desde el inicio del procesamiento y que «seguirán padeciendo en el juicio oral», que se espera que se abra en los próximos meses. Han acusado a la citada Sala de «vetar el ejercicio del derecho a la defensa y un juicio con todas las garantías».
Han recordado que la acusación de la Fiscalía se basa en una supuesta vinculación del movimiento Alde Hemendik! con reivindicciones de ETA del año 1976. «Ninguno de los acusados había nacido», han subrayado. Asimismo, vinculan gracias a un informe de la propia Guardia Civil los hechos ocurridos en la madrugada del 15 de octubre de 2016 con «terrorismo».
«A las defensas se les está impidiendo contradecir esa vinculación», han afirmado. En este sentido, se ha denegado la declaración de testigos pertenecientes a distintos movimientos a favor de la desmilitarización de Euskal Herria y «s han ignorado resoluciones absolutorias dictadas por distintos tribunales». Tampoco se han admitido vídeos grabados en el propio bar Koxka donde ocurrieron los hechos, fotografías y planos del local. Sin embargo, se han aceptado vídeos de la acusación procedentes de internet y fotografías tomadas por ellos mismos «algunas tomadas con posterioridad».
Tampoco se ha permitido a la defensa aportar el informe pericial que cuestiona la mecánica de las ruedas de reconocimiento. «Aquellas ruedas de reconocimiento se practicaron con personas de diferentes edades, nacionalidades y etnias». Las declaraciones de varios testigos propuestos por la defensa tampoco han sido aceptados. Los de la acusación, sí.
Ante ello, y al tratarse de un auto irrecurrible, la defensa ha formulado una protesta por escrito, a efectos de un ulterior recurso contra la correspondiente sentencia que se pueda dictar.
Así, consideran que todo ello, «quiebra la necesaria aparienia de imparcialidad que debe presidir las actuaciones del tribunal sentenciador».