Joseba VIVANCO

Tiempo de hechos, no de palabras

El discurso de Kuko Ziganda parece agotarse justo cuando el equipo está obligado a reaccionar y traerse los tres puntos de Riazor.

«Nos gustaría hacer un partido redondo, en cuanto a marcador, en cuanto a juego, tenemos fases pero nos está faltando ese día completo, estamos enfrascados en ello, en competiciones diferentes, y bueno, no pensamos en ese partido completo, sino en hacer un buen partido en Coruña y dar una imagen superior a la que hemos dado en los dos o tres últimos partidos fuera de casa». El discurso de Kuko Ziganda se enreda tanto como el juego del equipo y cada vez es más difícil atenerse a algo. Si a ello sumamos que por enésima vez el técnico navarro volvió a sacar a colación la dificultad de preparar los encuentros al tener que jugar entre semana, para a renglón seguido matizar que no es una excusa «porque estamos acostumbrados», el embrollo se hace más y más complicado. O estamos, o no estamos.

La comparecencia de prensa de ayer previa al envite ante el Deportivo evidenció que sus palabras son cada vez menos convincentes. No es que de puertas afuera no quiera, ni deba, tirar piedras sobre su propio tejado, ni azuzar el fuego de la crítica externa, pero apelar en su plática a que «aunque el juego no sea fluido, al equipo se le ve en casa esa manera de apretar, que es algo que aquí gusta en determinados momentos», suena a black friday. E incidir en el facilón argumento de que «mantener esa fase –de intensidad– durante mucho tiempo es imposible» y que «no hay equipo en el mundo que haga eso», adquiere un cariz hasta burlón.

El equipo salvó los muebles el jueves frente al Hertha gracias a ese gen competitivo que hace que contra los leones los partidos se hagan muy, muy largos, y si esta capacidad el rival no la tiene en cuenta es que es un iluso. Otra cosa es que ese ADN tan nombrado a falta de otras cualidades futbolísticas, ese que les mantiene vivos pese a estar más tiesos que la mojama, les dé para algo a los rojiblancos sin el apoyo de su grada, sin el abrigo de San Mamés. Que lo intentan hasta el final si las cosas se ponen feas, no cabe duda, porque incluso en el esperpento de Vigo el equipo lo buscó en la segunda mitad. Bien distinto es que lo consigan, precisamente sin ese aliento de sus aficionados.

Así las cosas, Riazor se presenta como la enésima prueba del algodón de este Athletic, que si ya en casa le cuesta horrores, no digamos nada a domicilio. Baste un dato revelador: en San Mamés recibe un gol por cada 14,6 remates en contra; lejos, encaja uno por cada 7 disparos. Una fragilidad defensiva evidente.

Kuko Ziganda es consciente, como todos, que en este partido él y su equipo se juegan mucho. Más allá de la imagen, que en estos momentos queda relegada a un segundo plano, hoy importan los puntos, los tres. Sobre todo porque luego viene el Madrid, y sin el corazón en la mano pocos confiarán en sacar algo ante los merengues tal y como está el panorama. «Este equipo siempre da la cara y nunca se hunde. A base de corazón intenta mantenerse vivo, pero intentaremos dar más cosas», defendió el navarro, que dijo esperar ganar en tierras gallegas para que haga a modo de «clic» y el grupo «adquiera más confianza en el juego». Hechos, se acabaron las palabras.

El Depor no suele dar primero

Enfrente estará un Deportivo al que sus errores defensivos le castigaron con una derrota en Málaga. «Puede que sean momentos de desconexión. Tenemos que ser capaces de mantener el ritmo todo el partido, la intensidad, la concentración, la agresividad y no dejarnos ir», defendió su técnico Cristóbal Parralo. Ante el Athletic eso sería un error. Otro dato a tener en cuenta por los leones: el Depor ha recibido el primer gol en 9 de sus 12 partidos, y 7 de sus 21 goles en contra llegaron en los 15 primeros minutos. ¿Sabrá aprovecharlo este Athletic?

 

Mikel Vesga, otra vez fuera de la lista

Mikel Vesga se vuelve a quedar fuera de una convocatoria y Ziganda aclaró que es por decisión técnica. «Empezó muy bien, últimamente le vimos cansado, esta semana ha entrenado un poco mejor y el miércoles tenemos otro partido importante. A ver si va recuperando sensaciones», explicó. «Yo, personalmente, confió mucho en él», dejó patente. Sí vuelve a estar en la lista De Marcos, que quién sabe si ya podrá disponer de sus primeros minutos. Veremos el once por el que apuesta el técnico, si por la dupla Iturraspe y Rico como parece en la medular tras su buena segunda mitad del jueves, o sigue confiando en San José por, como dijo en su día, lo que se nota «cuando no está él». Susaeta también se ha ganado hacerlo en lugar de Williams, Raúl García volvería a salir de inicio y de nuevo veremos si encomendados a un Aduriz de dulce pero con muchos encuentros seguidos y completos en pocos días; otra opción sería situar a Iñaki en punta. J.V.