La Audiencia de Gipuzkoa ha celebrado esta mañana la segunda sesión del juicio contra un ertzaina acusado de golpear a la senadora de Amaiur Amalur Mendizabal en 2013 en Hernani durante la redada contra Herrira, en la que la Guardia Civil detuvo a dieciocho personas.

Hoy han declarado siete agentes y, aunque no todos presenciaron el momento en que el procesado coincidió con Mendizabal, sí han coincidido en que las personas que se concentraron en las inmediaciones de la plaza Nueva para protestar por la operación policial mantuvieron hacia ellos «una actitud agresiva y hostil que se acrecentó cuando la Guardia Civil salió con los arrestados».

Entre los testigos, ha prestado declaración una agente, que ha asegurado que Mendizabal estuvo «en todo momento» frente de ella y que mantuvieron «un rifirrafe» porque «decía que era senadora y estaba empeñada en cruzar la línea». Ha añadido que no tiene «ninguna duda» de que su compañero no utilizó la porra contra la representante de Amaiur.

Los ertzainas han asegurado que Mendizabal cayó al suelo y su bolso quedó enganchado al escudo del acusado, con el que mantuvo un forcejeo cuando ésta trató de levantarla, pero que en ese momento no vieron que sangrara. Han añadido que «posteriormente se agachó a recoger algo, que posiblemente era el carné» y que «cuando se incorporó estaba herida», por lo que creen que «se golpeó con algo, como el escudo del ertzaina, o algo impactó contra su frente».

La médico forense considera las lesiones «compatibles» con las de una porra

La médico forense que atendió a la senadora en varias ocasiones ha explicado que Mendizabal sufrió un traumatismo craneoencefálico, una herida inciso-contusa de unos siete centímetros y una contractura cervical de la que tardó 113 días en curar y que no le dejó secuelas.

Ha afirmado que estas lesiones son «compatibles» con una porra, pero no «específicas» de este tipo de defensa, ya que las pudo causar un fuerte golpe de o contra un objeto romo, sin aristas.