Felipe de Borbón ha arrancado su tradicional mensaje navideño con un «2017 ha sido un año difícil, marcado por la situación en Catalunya», a la que posteriormente se ha referido.
Tras alabar la democracia española, calificándola de «madura», en donde «cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas», ha reprochado a los catalanes de «imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás».
En cuanto al escenario que se ha abierto tras las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre, Felipe de Borbón ha pedido al futuro Parlament que emprenda un camino que «no lleve de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión». «Los parlamentarios ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, respetando a la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien común», ha señalado.