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Trump rompe públicamente con Bannon por criticar a sus hijos

Donald Trump rompió públicamente con su exasesor Steve Bannon, al que acusó de «haber perdido la cabeza» tras sus críticas a una reunión mantenida por Donald Trump Jr con un grupo de rusos en 2016 y llamar «tonta como un ladrillo» a su hija Ivanka.

El exasesor presidencial Steve Bannon reiteró ayer su apoyo político al presidente de EEUU, Donald Trump, y aseguró que es «un gran hombre», después de la ruptura pública del mandatario tras la polémica desatada a raíz de que salieran a la luz críticas del ex estratega jefe a una reunión que mantuvo en 2016 el hijo mayor del mandatario con un grupo de rusos en busca de documentos que perjudicasen a Hillary Clinton. Los abogados de Trump tratan de impedir la publicación del libro sobre el primer año de Gobierno del magnate neoyorquino, escrito por el periodista Michael Wolff, en el que se recogen sus críticas.

Bannon apuntó en una charla en Radio Breitbart que «nunca nada se interpondrá» entre él y el presidente, a pesar de que los abogados de Trump le enviaran a última hora del miércoles un documento legal para que cese en sus declaraciones sobre el gobernante y cumpla el compromiso de confidencialidad que firmó, y advertirle de una denuncia «inminente» por las declaraciones que aparecen en el libro “Fuego y furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump”, que verá la luz el martes y en el que Bannon arremete contra el círculo familiar del mandatario.

El libro ha terminado de consumar la ruptura entre el presidente y su exjefe de campaña, después de que, según un adelanto publicado el miércoles, Bannon tachase de «traición» y «antipatriotica» la reunión mantenida en junio de 2016 por Donald Trump Jr y en la que, entre otros, participaron el yerno del mandatario, Jared Kushner; su entonces jefe de campaña, Paul Manafort, y la abogada rusa Natalia Veselnitskaya.

«Aunque uno piense que eso no era una traición, que tampoco era antipatriótico o que no era simplemente una mierda –y yo creo que fue las tres cosas–uno debería avisar inmediatamente al FBI», sostiene.

Además, afirma que los tres eran responsables por poner en riesgo la Presidencia de Trump por atraer la curiosidad de los agentes del FBI, no por sus contactos con funcionarios rusos sino por sus oscuros negocios.

Y llama «tonta como un ladrillo» a Ivanka Trump, la hija que trabaja en la Casa Blanca.

«Perdió la razón»

Antes de que sus abogados le remitieran esa carta, y de las declaraciones de Bannon, la Casa Blanca había emitido un duro comunicado de Trump en el que aseguraba que su exasesor «había perdido la cabeza» cuando fue despedido como consejero y afirmaba que su antiguo estratega no tiene «nada que ver» con él ni con su Presidencia. «Cuando fue despedido (de la Casa Blanca), no solo perdió su trabajo, sino que también perdió la razón», afirmó Trump.

«Steve rara vez estuvo en una reunión a solas conmigo y solo finge haber tenido influencia para embaucar a unos pocos que no tienen acceso ni tienen ni idea, a los que ha ayudado a escribir libros falsos», señaló en referencia al libro de Wolf.

Bannon, activista próximo a los supremacistas blancos estadounidenses, fue una de las figuras más poderosas en la Casa Blanca desde enero hasta agosto de 2017, cuando fue despedido sin más explicaciones y regresó a la publicación ultraderechista “Breitbart News”.

El presidente también acusó a Bannon de haber sido la fuente de «filtraciones falsas» a la prensa para aparentar ser más importante de los que en realidad era –«es lo único que hace bien»–, minimizó su papel en su campaña al asegurar que se incorporó a ella cuando el ahora inquilino de la Casa Blanca ya era candidato republicano, le culpó incluso de la pérdida de un senador por Alabama y dijo que no representa a sus electores, sino que «solo actúa pensando en sí mismo».

Desde que dejó la Casa Blanca, Bannon se dedica a apoyar a los candidatos más ultraderechistas del Partido Republicano, y nunca escondió cierto distanciamiento personal de Trump.

Prohibición

En un intento dirigido a frenar las filtraciones a la prensa de información comprometedora sobre el Gobierno, la Casa Blanca anunció que sus funcionarios ya no podrán usar sus teléfonos móviles personales en el Ala Oeste desde la próxima semana por motivos de seguridad.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que «el uso de todos los dispositivos tecnológicos personales tanto para los invitados como para el personal ya no estarán permitidos en el Ala Oeste», donde se encuentran las oficinas de Trump y de sus principales asesores.

«El personal podrá trabajar en sus dispositivos entregados por el Gobierno, para seguir trabajando duro por el pueblo estadounidense», indicó Sanders, que justificó el cambio para garantizar «la seguridad e integridad de los sistemas tecnológicos de la Casa Blanca».