De esta forma se han pronunciado los portavoces parlamentarios tras la primera sesión de la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento navarro del año.

Para el portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, la tarea «fundamental» en este año es «seguir dialogando, negociando y acordando con las fuerzas que han hecho posible el cambio».

Al respecto ha comentado que son muchas las leyes pendientes que «van a incidir en el bienestar de la ciudadanía, la transparencia del Gobierno, la participación en la toma de decisiones o la igualdad». En todas ellas van a trabajar «como un solo hombre o una sola mujer», ha dicho.

En la misma línea, Adolfo Araiz, EH Bildu, ha opinado que el 2018 es un «año clave para el cambio político y social», en el que deben ultimar el desarrollo en profundidad de todo lo recogido en el acuerdo programático.

Ha destacado que en cartera tienen unas veinte leyes de contenido diverso que afectan a todos los departamentos, entre las que ha citado las de transparencia, igualdad, participación democrática o contratos públicos, además de iniciativas importantes como las comisiones de investigación de Ultzama y Caja Navarra o el mapa local.

El portavoz de Podemos, Mikel Buil, ha coincidido con ellos en que este año deben seguir «profundizando en el cambio», a lo que ha añadido su deseo de combatir peleas identitarias y defender la diversidad y actualizar todo lo que tiene que ver con el rescate ciudadano.

También José Miguel Nuin, I-E, ha reafirmado su compromiso con el acuerdo que tiene como bases el reconocimiento de la pluralidad identitaria y la prioridad social.

Nuin ha considerado que este año deben hacer un trabajo «intenso» para lograr el «máximo grado de cumplimiento» de ese acuerdo, para así estar en «mejores condiciones» para que el cambio pueda continuar tras las elecciones del 2019.

El grupo mayoritario de la oposición, UPN, trabajará en favor de la «igualdad de oportunidades», de la defensa del derecho a convivir y por el desarrollo de esta tierra, del empleo y la mejora de los servicios, según su portavoz, Javier Esparza, quien ha indicado que «construirán desde la oposición» y harán críticas al Gobierno cuando tome decisiones que «no son buenas para el conjunto de los ciudadanos».

Al respecto ha apuntado que «donde UPN tiene capacidad de influir el resultado es bueno para la sociedad» y como ejemplo ha citado el tren de alta velocidad, el Canal de Navarra y el Convenio Económico.

Por el PSN, María Chivite ha vuelto a pedir, en este inicio de año, que el Gobierno de Nafarroa presente el Plan de Empleo, que también están demandando los sindicatos, y que los vicepresidentes firmaron como compromiso, pero que a día de hoy sigue sin llegar.

Ese plan debe abordar tanto la creación de empleo como la calidad del mismo, a lo que ha añadido que es la principal preocupación de la ciudadanía, según Chivite, quien ha denunciado que comienza el año con «inseguridades» y «caos» en Educación.

En este año el PPN, según Ana Beltrán, quiere «continuar siendo el referente en cuanto a la oposición», ya que, según ha remarcado, «no tiene mochila porque no ha gobernado solo durante veinte años».

Por eso, ha añadido, son «más libre para criticar propuestas» y pueden ser «más valiente para defender lo que creen, que es defender a Navarra de un Gobierno que la quiere secuestrar por intereses nacionalistas vascos y que tiene muy clara su hoja de ruta».