«En la famosa reunión de Costa y Correa -presunto líder de la trama- (...) Ricardo llama delante de mí a la persona que le consultaba siempre todo y le dijo que había problemas serios de hacerlo de esa manera y esa persona le dice que es la única manera que hay de cobrar, y si le interesa, bien, y si no, que lo deje. Esa persona es Francisco Camps», ha explicado ‘El Bigotes’.
Pérez Alonso se refiere a la reunión que mantuvo con Pablo Crespo (presunto número 2 de la red) y Ricardo Costa a finales de 2007 en la que, según los dos acusados, Costa les dijo que la única forma de cobrar por la deuda que había contraído el PP con Orange Market (empresa de Gürtel) y que, según Crespo, podría ascender al millón de euros, era facturando los trabajos a otros empresarios.
Unos empresarios que tenían adjudicados contratos con administraciones públicas valencianas y que por ley no podían efectuar donaciones a partidos políticos.
‘El Bigotes’ ha continuado la línea de confesión que comenzó el presunto líder de la trama, Francisco Correa, que también ha seguido este viernes Crespo, y ha reconocido que el PP valenciano tenía un sistema de financiación presuntamente irregular, que además Camps conocía.
«Los pagos se realizaron de tres maneras: mediante efectivo, mediante facturas con conceptos que no eran los que correspondían y mediante facturas correctas», ha asegurado.
‘El Bigotes’, que ha dicho que va a contar «mucho más» de lo que ha relatado hasta ahora, ha explicado que fue Camps quien le animó a desplazarse a València a trabajar en la organización de actos del PP.
«Me lo pensé y me contrataron para hacer la campaña que llevó a la presidencia a Camps. Entablé una amistad con él y me dijo que me fuera allí a vivir con mi familia y así se decidió, tan sencillo como eso», ha explicado ‘El Bigotes’, que ha dicho que quiere ser «lo más gráfico posible» en su declaración.
Lo hizo porque anteriormente a esa fecha, él se encargaba de organizar los mítines en los que intervenía el actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en los que «si falla el micrófono se ve en el telediario».
Y como era un trabajo «vertiginoso» y «la presión era brutal y hacía daño al hígado y a la vida», decidió marcharse a València por consejo de Camps, al que conoció a través del empresario Alejandro Agag.
Aunque, según ‘El Bigotes’, «hay muchos que ahora se rasgan las vestiduras», lo cierto es que «son muchos los PP de todas las comunidades los que han trabajado con nosotros».
Y ha añadido: «Tenía una tarjeta de seguridad del PP para no tener que pasar los controles y la sigo teniendo por si acaso alguien la necesita», ha dicho.
‘El Bigotes’ también ha dicho que él se encargaba de «pedir el dinero que se le debía a Orange Market» pero que «jamás en la vida» se le consultó nada y que ahora no quiere saber «nada de Orange Market ni de la madre de Orange Market».
Además, se ha quejado de que en el juicio «no están todos los que son ni son todos los que están», pues según él, hay más responsables que los que están sentados en el banquillo.
De hecho, en relación a los empresarios arrepentidos en el juicio, ha dicho: «Aquí lo que no han dicho es lo que conseguían cuando les soltaban la mandanga».