Agustín GOIKOETXEA

El bienestar tiene futuro lejos de la fórmula española

Las pensiones, el sistema bancario, el de protección social y la industria tienen futuro si a la ciudadanía se le da la oportunidad de ejercer su derecho a decidir. Una mesa redonda en Bilbo sirvió para oír razones por las que merece la pena que vascas y vascos tengan la opción de construir su propio modelo.

Un torbellino de ideas y reflexiones surgieron ayer a la tarde en la primera de las mesas redondas organizadas por Gure Eskua Dago para recoger un sinfín de razones y motivos para decidir; en esta oportunidad sobre el modelo de bienestar, ese que se va desmoronando siguiendo las directrices del Gobierno español de turno.

Igual por que el modelo cooperativo está entroncado en la propia realidad del país, fue Jon Agirre, vinculado durante años al proyecto de AMPO, quien abrió camino, incidiendo en las oportunidades que se abren. El lazkaoarra incidió en que no hay que tener ningún miedo en embarcase en ese proyecto.

Emilio Olabarria esbozó cuatro ideas básicas para defender que el sistema de pensiones español no es sostenible y que el vasco podría tener futuro siempre y cuando se disponga de las herramientas para construirlo. Antes, sin ambages, el jurista defendió que se trasfiera la gestión del sistema económico de la Seguridad Social y apuntó a que las distintas reformas impulsadas por PSOE y PP no van evitar lo inevitable, la desaparición a medio-largo plazo del actual sistema. Después de recordar que quedan 37 competencias del Estatuto de Gernika sin trasferir, apostilló que las que se gestionan han sido minadas por distintas reformas estatales y directivas europeas.

Garbiñe Aranburu profundizó en las razones que llevan a la mayoría sindical vasca a reivindicar la necesidad de poder construir un modelo de relaciones laborales y un sistema de protección propio para afrontar los retos actuales. La secretaria general de LAB incidió en que hacer frente a la precariedad que ahoga principalmente a los jóvenes y a las mujeres es poder decidir, por ejemplo, un estatuto del trabajador propio para lo que es necesario disponer de un ordenamiento jurídico y político propio.

«Vivimos en un proceso de precarización, debemos poder decidir nuestro modelo de desarrollo socioeconómico», insistió Aranburu, quien reiteró que «sin el derecho a decidir no es posible un nuevo modelo». En el ámbito de la negociación colectiva, defendió la necesidad de un marco propio por encima de los corsés de las reformas laborales impuestas desde Madrid y dadas por buenas por los gobiernos de Urkullu y Barkos con el aplauso de las patronales.

Más tarde, Igor Mera, miembro de ESK, apuntó a que los pactos y leyes de ámbito autonómico no tienen ningún ninguna protección ante el blindaje de los convenios estatales, aunque dejó claro que los actuales gestores de los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea «son parte del problema». Su apuesta, destacó, es ir «empujando desde abajo» para que el cambio social vaya acumulando fuerzas antes incluso de que la ciudadanía vasca ejerza su derecho.

El sindicalista aportó otro punto de vista interesante al plantear que quieren decidir «para construir una sociedad fundamentada en la igualdad entre hombres y mujeres, que sea plenamente consciente de los límites de la naturaleza». En su carta de presentación ante las personas que abarrotaban la sala del Bizkaia Aretoa dijo que «el derecho a decidir colectivo sobre lo territorial e individual, sobre todas las cuestiones que nos afectan es un punto de encuentro democrático para la ciudadanía vasca, seamos indepes o no».

Realidad vasca o española

Quien se empeñó en trasmitir a los asistentes una lección concentrada de razones fue Adrian Zelaia, presidente de Ekai Center. Advirtió de que las fuentes de información nos están transmitiendo una realidad y unos objetivos que no se corresponden «ni con nuestra realidad ni con nuestros intereses». Así, apostó por dotarse de un sistema comunicativo propio, que sirve para determinar cuál es la situación real en el país y cuáles deben ser las políticas a definir para lograr el bienestar de la ciudadanía.

El responsable de Ekai Center abogó por decidir sobre el sistema bancario que necesita el país después de lo vivido en la última década. «Nos han obligado a asumir una crisis bancaria que no era nuestra», se quejó.

En el ámbito de la industria, alertó de que no se está invirtiendo en investigación en el ámbito de la industria, siguiendo los parámetros estatales, lo que la está debilitando ante la realidad de los países emergentes y sus avances tecnológicos.

 

Declaraciones

«El sistema de pensiones español no es sostenible, el vasco podría serlo»

EMILIO OLABARRIA

Jurista

«Vivimos un proceso de precarización. Debemos poder decidir nuestro modelo de desarrollo socioeconómico»

GARBIÑE ARANBURU

Secretaria general de LAB

«El sistema comunicativo define una realidad socioeconómica que no es la nuestra; es la española»

ADRIAN ZELAIA

Presidente de Ekai Center