Iñigo Urkullu ha respondido en el pleno de control del Parlamento de Gasteiz a una pregunta del presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, sobre el informe de torturas y malos tratos en entre 1960 y 2014, que censa 4.113 denuncias registradas por 3.417 personas en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.

Alonso ha criticado que en ese informe «se arroja la sombra de la sospecha sobre la Ertzaintza» y «se le ataca directamente en su honorabilidad», y ha pedido a Urkullu que retire el documento y «defienda, como es su obligación como lehendakari, el honor de la Ertzaintza y la labor que ha hecho durante años muy duros contra el terrorismo».

El lehendakari ha recordado que instituciones como la ONU, el Consejo de Europa o Amnistía Internacional han expresado su preocupación ante los casos de tortura en el Estado español y se le ha condenado hasta en ocho ocasiones por no investigar denuncias de tortura.

Además, ha indicado que el Plan de Paz y Convivencia 2013-2016 de la pasada legislatura incluía la realización de una investigación sobre la tortura y en 2014 se encargó este estudio al Instituto vasco de Criminología de la UPV/EHU bajo la dirección científica de Paco Etxeberria.

Urkullu ha destacado que esta investigación no ha recogido denuncias anónimas, sino que se trata de denunciantes que en muchas ocasiones han sido «grabadas y ratificadas».

Ha querido resaltar también que en el informe se puntualiza que la Ertzaintza, a diferencia del resto de policías, «ha promovido estructuralmente un modelo preventivo positivamente valorado por las instituciones supervisoras y de derechos humanos» y que «confirma la inexistencia de condenas judiciales por tortura contra la Ertzaintza por parte de instituciones internacionales y la inexistencia de condenas del Tribunal Constitucional o del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por ausencia de investigación». En el documento se recogen 336 casos correspondientes a la Policía autonómica.

«Este estudio permite comprobar que lo definitorio y estructural en la Ertzaintza ha sido la prevención de la tortura y me siento orgulloso de la Ertzaintza por su modelo preventivo contrastado y también por su disposición a colaborar con este estudio, siempre con el espíritu constructivo de asunción de responsabilidad, mejora del servicio público y mayor garantía de derechos», ha manifestado.

Ha precisado que el informe no ofrece conclusiones «caso a caso» sino que se trata de una «aproximación a la realidad global del problema de la tortura y de los malos tratos», al igual que ocurre con otros informes encargados por el Gobierno de Lakua sobre el impacto del «acoso de ETA a personas amenazadas o a la Ertzaintza».

El lehendakari ha destacado que estas investigaciones «han dado voz a las personas denunciantes y puesto el foco en las víctimas», ya que «partiendo de su testimonio se ha desarrollado una metodología rigurosa de contraste y su resultado permite una reflexión crítica sobre vulneraciones de derechos humanos concreta, sea la amenaza de ETA a la Ertzaintza, el acoso a familias con el impuesto revolucionario, la persecución a personas amenazadas o también la tortura y los malos tratos. Estas vulneraciones han existido y las víctimas merecen que así sea reconocido», ha insistido.